*Estuvo en Toronto como turista primero, trabajó y escribió; regreso con 22 cuentos escritos en esas tierras lejanas.
Por MARLENE GODÍNEZ PINEDA
Canadá reintrodujo la Visa para mexicanos en diciembre del 2023, luego de que en diciembre del 2016 la había eliminado. Esto se debe principalmente al aumento en el número de solicitudes de refugio, las preocupaciones sobre la seguridad fronteriza y por el posible uso de la exención para facilitar la entrada ilegal al país.
Durante el tiempo que duró la exención de la visa para mexicanos que únicamente requerían la Autorización Electrónica de Viaje (eTA, por sus siglas en inglés), muchos connacionales decidieron ir a probar suerte en ese país del norte, ya sea para buscar trabajo o simplemente como turista, como es el caso del tulense Carlos Ramos, nacido en la comunidad de San Marcos y de ocupación escritor.
Viajó a Canadá en el 2022 atraído por la experiencia de un amigo. Era su primera vez en el extranjero y quería vivir al máximo esa sensación de estar fuera del país. De tratar de hablar otro idioma y sobre tener de reunir momentos e historias para contarlas a través del subgénero literario, el cuento.
“Irse y quemarlo todo”
Ya está de vuelta en Tula desde noviembre del 2023, con 22 cuentos escritos sobre vivencias, pero sobre todo lo que vio en Canadá, específicamente en Toronto. “Irse y quemarlo todo” es el título que tendrá su libro porque precisamente eso es lo que hacen muchos migrantes, venden todo y hasta se endeudan para irse a Estados Unidos o a Canadá.
En Canadá, dice, el invierno es muy duro. La gente que trabaja en construcción, en la época invernal no puede hacerlo y dejar de laborar un día o una semana, se pierde mucho dinero porque se les paga por día. Hay que cubrir gastos por la renta, la comida y además enviar algo a sus familiares que se quedaron en México.
En Estados Unidos, comenta, es más fácil la estancia porque hay más latinos y principalmente mexicanos e incluso casi siempre tenemos un familiar en ese país. El dólar tiene más valor, pero en Canadá, principalmente Toronto donde vivió, no es fácil pensar en hacerse millonario y menos de la noche a la mañana. Quizá después de algunos años podrías alcanzar la estabilidad económica e incluso contar con una casa.
Carlos Ramos viajó como turista y advierte que hay algunas personas que se disfrazan de abogados para supuestamente tramitar tu Visa, el ETA, o lo que haga falta y te prometen trabajo y eso es imposible. Porque el permiso de trabajo lo da el país que te recibe, aclara. “He visto varias páginas donde te prometen ir a Canadá ya con empleo y que vas a ganar 40 mil pesos, pero no es cierto”, expresó.
Trabajo ilegal
Si llegas allá tienes que conseguir trabajo de manera ilegal como se hace en Estados Unidos. No será un empleo con un salario estable, con el servicio de salud y prestaciones, a menos que se cuente con un permiso de trabajo, para el cual se requiere de un dominio mínimo del inglés y de ciertas habilidades.
La mayoría de las personas que Carlos Ramos conoció trabajan en construcción y es pesado, no les dan prestaciones porque es un trabajo ilegal en la mayoría de los casos. Y esto significa que no les paguen y si te accidentas los empleadores no se hacen responsables.
“Hay una necesidad de mano de obra de mano de obra y alguien la tiene que cubrir, porque los nativos no lo quieren hacer”, señaló Carlos Ramos. En Canadá en determinado momento había pocos mexicanos y como no hacían nada ilegal más que trabajar, entonces no son un peligro para el país. Entonces por ello toleran que laboren de manera ilegal, pero después de la pandemia por COVID, se dio una migración ya muy grande de mexicanos.
Antes de la Visa era más fácil viajar a Canadá porque sólo se requería el pasaporte y la autorización electrónica para el viaje, y cuando Carlos Ramos se fue le solicitaron el certificado de vacunas contra COVID. Explicó que hay tres formas para entrar al país, una es como turista y necesitan tener una reservación de hospedaje, así como cierta cantidad de dinero.
Se puede ingresar a Canadá como estudiante y demostrar que una universidad ya aceptó a la persona. Otra forma es como trabajador cuando una empresa canadiense contrata y otorga un permiso de trabajo, por ejemplo, como el programa de braceros con el que te facilitan el hospedaje y hasta cubren el transporte.
Ahora con la Visa pedirán más requisitos, explica, por ejemplo, el tener un motivo para regresar a tu país y no quedarse en tierras canadienses. Tienen que garantizar que no sea la intención quedarse y tener un control de quién entra y quién sale del país. “Porque con la eTA, mucha gente se iba también movida por el sueño americano. Que en ocasiones se convierte en pesadilla porque son engañados y no les pagan por el trabajo realizado.
¿Y el idioma?
Sí es un problema en Canadá, reconoce. Porque en Estados Unidos puedes irte a la parte latina donde hablan español. A pesar de que el español es el cuarto idioma más hablado en Toronto, es necesario hablar inglés y con ello tener más oportunidades de buscar trabajo, relacionarte con la gente de la comunidad y pedir comida.
Carlos Ramos ya manejaba un poco el inglés y en Canadá ingresó a clases. De regreso en Tula continúa aprendiendo el idioma porque planea ir a presentar el libro allá, en Toronto, porque son cuentos que nacieron en esa ciudad. Su obra se escribió en español y se publicará en físico y en digital, pero se le realizará la traducción al inglés.
Aprovechará sus contactos en el medio cultural latino porque incluso le hicieron entrevistas en medios de comunicación y le publicaron dos cuentos en antologías. Quiere además incursionar en la novela para narrar sus vivencias en Canadá en la que no se relaciona con personas de otros países e incluso también de Latinoamérica, con sus diferentes acentos y costumbres.
Parte de lo que vio y vivió lo plasmó en cuentos, por ejemplo, el titulado “Un solo idioma” que habla de una mujer de la India o el de “La mujer más hermosa de Toronto” que se refiere a una persona que tiene la mezcla de la multiculturalidad. Escritos que también serán presentados aquí. Busca tener contacto con Migración y la Embajada, porque el libro de 22 cuentos fue escrito allá en Canadá y aquí únicamente se está editando.
Los cuentos son como fotografías, dice, y el libro contiene varias imágenes de los momentos que vivió en Toronto, ciudad que está cambiando y va a cambiar más porque en todos lados hay construcciones. La mano de obra se necesita porque hay muchas concesiones, de ahí que busquen regular el ingreso porque en caso contrario tendrían que “hacerse de la vista gorda”.
De Canadá a Estados Unidos
No es un secreto, comenta, que hay migrantes mexicanos que aprovechan la facilidad de llegar a Canadá para después ir a Estados Unidos. La frontera entre estos dos países no tiene una barda como en Estados Unidos hacia México. Los divide una calle, un río o parte del bosque.
“Los polleros los dejaban ahí en el bosque y les decían, pues tú camínale derecho y vas a Estados Unidos; el problema es que había nieve, algunos se perdieron y hubo muertos. Entonces, esto sí alarmó mucho al gobierno de Canadá y comenzó a colocar policías con patrullas. No le gusta ser usado de trampolín y de ahí también viene la medida de la Visa”, comenta el entrevistado.
Otro tema es que más de 25 mil mexicanos pidieron asilo político y en muchos casos sin necesitarlo. Es muy solicitado ese beneficio porque desde que comienza el trámite se cuenta con todas las comodidades, se les da permiso de trabajo, protección en materia de salud y educación. El proceso puede durar mucho tiempo, pero mientras disfrutan de una buena vida.
Sin embargo, el gobierno comenzó a ver que, a pesar de los beneficios, algunos se regresaban a México a pesar de haber asegurado que eran perseguidos o que corrían peligro. De ahí también el endurecer los requisitos de acceso al país. A pesar de ello, Carlos Ramos planea regresar con su libro bajo el brazo y en digital para presentarlo allá, aunque para ello todavía no tiene fecha. *NI*