*Es la idea que puso en marcha un comerciante de Tula y le ha dado muy buenos resultados. A bajo precio puedes evitar la sed.
Por MARLENE GODÍNEZ PINEDA
El intenso calor y un granito de arena en la contribución para reducir la generación del plástico, hizo que Joseph Martínez tuviera la idea de vender agua simple no embotellada sino con el relleno de los recipientes de los clientes, y le ha funcionado muy bien.
Hace tres semanas comenzó con esta forma de ofrecer el agua a menor precio que la embotellada. Con un garrafón a la vista en su local cercano a una de las entradas del tianguis municipal de Tula, en la calle 5 de Mayo, Joseph Martínez cobra 5 pesos por medio litro, un litro y litro y medio.
Ese costo se mantiene siempre y cuando el cliente lleve su propia botella para ser rellenada. Esta opción ha sido bien recibida por los estudiantes de escuelas que por las mañanas llegan a clase con su agua y ya cuando salen todavía están sedientos, pasan por el local y rellenan su propio contenedor.
Joseph Martínez lleva 15 años en ese local, un año con la venta de agua embotellada, refrescos y más, pero hace tres meses, con el intenso calor que se sintió por varios días le surgió la idea de ofrecer el agua de esa manera y hacer que los clientes se ahorren algunos pesos y a su vez reducir la generación de plástico.
“Es una idea que se debe replicar”, dice el comerciante. Asegura que algunos clientes ya le han expresado su interés de poner en marcha esa manera de vender agua a menor precio y reducir el plástico. Con los dos garrafones que vende al día considera que la idea le ha dado muy buen resultado.
Estudiantes y trabajadores son sus principales clientes; incluso conoce ya los horarios en que llegan a rellenar sus botellas y con ello continuar sus actividades diarias, bajo el calor que por estos días es menos intenso; sin embargo, Joseph Martínez mantendrá esta forma de venta de agua. *NI*