* En un emotivo panel, mujeres valientes compartieron su lucha, resiliencia y papel fundamental en la recuperación de su comunidad.

Marzo tiene una fecha muy significativa para todos: la conmemoración del Día de la Mujer. Esta fecha, en ocasiones, genera controversia, pues no se trata solo de felicitar a las mujeres, sino de reconocer y resaltar sus aportes en el desarrollo del mundo en distintos ámbitos, incluyendo nuestra comunidad.

En la comunidad Cruz Azul, tenemos una herencia cultural muy importante basada en el trabajo en equipo y la solidaridad. Somos el resultado de nuestros antepasados y del entorno en el que crecimos. Nuestra comunidad nació con la producción de cemento, y aunque en las fotografías históricas no siempre aparecen mujeres, su papel ha sido fundamental.

Desde tiempos antiguos, las mujeres han apoyado el crecimiento de la cooperativa y las organizaciones del Grupo Cruz Azul. Han estado al frente del cuidado de los hogares, desempeñándose como amas de casa, enfermeras, profesoras y costureras. Con el tiempo, nuestra comunidad ha evolucionado, permitiendo que muchas mujeres crezcan en otros ámbitos de la vida económica, política y social.

El papel de la familia es clave en este proceso, ya que es en el hogar donde se fortalecen los valores y se brindan los cuidados físicos, emocionales y psicológicos que permiten el desarrollo personal, profesional y comunitario. Los hogares son espacios de aprendizaje, donde se fomenta la convivencia, el respeto y la libertad, y donde se aprende a valorar lo que realmente importa.

Somos una gran familia. Aunque no todos llevemos el mismo apellido, compartimos un vínculo profundo con nuestra cooperativa, nuestra comunidad y nuestra identidad. Personalmente, crecí rodeado de mujeres: tengo cuatro hermanas y fui el único hombre en mi hogar. Hoy, con mi propia familia, tengo dos hijas que han desafiado mis propios paradigmas sobre la fortaleza y la resiliencia.

Lo que ha sucedido con nuestra cooperativa y sus instalaciones nos ha afectado a todos. Sin embargo, fueron las mujeres quienes alzaron la voz y defendieron con valentía el trabajo de sus esposos, hermanos e incluso el suyo propio. Han enfrentado un conflicto que nos ha dividido, pero su lucha las ha moldeado de una manera única. Ustedes han asumido un papel fundamental en la recuperación de la planta y, aunque aún no lo hemos logrado completamente, no quitamos el dedo del renglón. Sabemos que pronto tendremos mejores condiciones, porque dependemos del patrimonio de nuestra sociedad.

Por eso, decimos ni un paso atrás. Es momento de reflexionar sobre quiénes somos y hacia dónde vamos, enfrentando los retos del futuro para no repetir los errores del pasado. Las mujeres que hoy nos acompañan han vivido momentos difíciles y desafiantes, pero no han asumido el papel de víctimas. Al contrario, han demostrado una enorme capacidad de superación y transformación: han pasado de ser orugas a convertirse en mariposas.

Hoy es el momento de mirar hacia adelante y prepararnos para el futuro. Debemos recordar que nadie hará por nuestra comunidad lo que nosotros mismos no seamos capaces de hacer. Enfrentemos juntos nuestros desafíos y protejamos nuestro patrimonio individual, familiar y comunitario. Porque el verdadero valor no es la ausencia de miedo, sino el dominio de este­­ – Fernando Díaz.

Con este mensaje dio inicio el panel en donde participaron mujeres admirables por su desempeño en distintos ámbitos laborales y personales: María Isabel Tapia Cruz, Jeny Janet Montufar, Shirel Liliana Franco Cortés, Gabriela Falcón Garrido, Juliana Reynosa Cadena y Jannet Arroyo. Representando a la comunidad empresarial del Grupo Cruz Azul, fueron acompañadas por Fernando Díaz como moderador, quien reconoció y felicitó el valor de su presencia.

El panel, llevado a cabo en las instalaciones de Recreativo Unión, Hidalgo, en la localidad de Monte Alegre, estuvo lleno de recuerdos, emociones y reflexiones. María Isabel, conocida cariñosamente como “Chabelita”, evocó los tiempos en que muchas amas de casa visitaban a sus esposos en la planta Cruz Azul, llevándoles desayuno en canastas y compartiendo momentos de alegría. También recordó con emoción los desfiles donde los trabajadores portaban con orgullo su uniforme.

Jeny Montufar, delegada municipal de Cruz Azul y practicante de Karate Do, compartió cómo el deporte le permitió valorar su comunidad y recordar los paisajes vibrantes que un día definieron a la ciudad cooperativa Cruz Azul.

Sin embargo, no todo ha sido color de rosa. Las panelistas también abordaron los momentos más amargos, desde amenazas hasta ataques armados a sus viviendas. Han enfrentado abusos, hostigamientos y una situación de constante incertidumbre. Pero su valentía, coraje y resistencia las han convertido en ejemplos de perseverancia y trabajo en equipo. Con la frente en alto, han demostrado que son mujeres fuertes y resilientes.

El evento concluyó con las palabras del Ingeniero Armando Vargas, la licenciada Olga Casillas y el Contador Víctor Manuel Cruz, quienes agradecieron la presencia de los asistentes y reconocieron el papel fundamental de las mujeres en la lucha por recuperar la identidad, la seguridad y la vida de la familia Cruz Azul. (JGG)

Por Nueva Imagen de Hidalgo

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