Por Santos Pérez Hernández
El mensaje de la Mañanera del 11 de octubre de la presidente (léase así) y la secretaria del Medio Ambiente respecto a Tula, suena optimista y alentador. Pero todo en la vida tiene sus asegunes y en este caso, es todo lo contrario, muy preocupante, peligroso y patético.
Inicia Claudia Sheinbaum diciendo que: “en Tula, Hidalgo, se hará un gran Centro de Reciclamiento de Economía Circular en los terrenos donde no se construyó la nueva refinería”. Pues resulta que esos terrenos no están en Tula, sino en los municipios de Tlaxcoapan y Atitalaquia.
Por su parte, la secretaria declara que: “se pretende establecer dos plantas recicladoras de residuos y para eso, se ha tenido contacto con un equipo del Instituto de Ingeniería de la UNAM, pues la idea es tener un proyecto lo más pronto posible, para vincularlo al saneamiento del río Tula en su totalidad… “. Es decir, apenas se tiene la idea, aún no hay proyecto, estudios de factibilidad y de impacto ambiental, ¡nada! Pregunto: ¿Cómo se va a vincular al río? Si la parte más próxima del río Tula a los referidos terrenos, están a una distancia no menor a 8 kms. No le encuentro lógica.
Y agrega: “también va a beneficiar al Estado de México. Pues hay que ver los residuos que provienen del Estado de México y la Ciudad”. Es decir, no únicamente sufrimos con la contaminación que aquí ya tenemos, nos van a traer los residuos y desechos tóxicos de la Zona Metropolitana del Valle de México.
No hay que olvidar que desde hace más de dos años y medio se construye en esos mismos terrenos, un Hospital General de Zona del IMSS del que a la fecha, sólo hay terminada una Unidad Médico Familiar, lo demás está en obra negra. Hospital y plantas recicladoras, receptáculo de desechos tóxicos, estarían instaladas a poca distancia, estas sí estarían muy vinculadas, además de tener la cercanía de zonas urbanas densamente pobladas.
Y aquí viene lo grave y lo peligroso. En ninguna obra del gobierno federal se efectúan los obligados estudios de impacto ambiental. Las plantas que se pretenden instalar en la zona de Tula serán de impacto ambiental negativo, es decir, que dañarán el medio ambiente, como la contaminación y la pérdida de biodiversidad, entre otros.
El Impacto Ambiental generado será necesariamente: negativo, directo, acumulativo, permanente e irreversible. Y vean por qué: Las plantas que se pretenden instalar serán recicladoras y lo dice la Secretaría del Medio Ambiente, principalmente de plásticos.
Un estudio revela que un centro de reciclaje de residuos plásticos puede emitir más de un millón de kilogramos de micro plásticos al año. En todo el mundo, apenas se recicla el 9% de los residuos plásticos.
La partícula de plástico permanece y más glóbulos blancos atacan lo que provoca estrés oxidativo y la liberación de citoquinas que desencadenan reacciones inflamatorias. Por otro lado, la inhalación de partículas micro plásticas puede provocar enfermedades respiratorias y cáncer.
Aquí quiero ver a esos aguerridos y románticos grupos ambientalistas desgarrándose las vestiduras y amarrándose a los árboles.
Debemos recordar que la intención de Claudia, desde que era jefa de Gobierno de la CDMX, es llevar el agua de los mantos freáticos de Tula, a la Ciudad de México, ante el ya ineficiente Sistema Cutzamala. Dirá que con ofrecernos y deslumbrarnos con una gran obra, ya no habrá oposición por extraer y llevarse el vital líquido. *NI*