*Necesitan apoyo gubernamental los comercios.
Por Francisco Villeda
Algunos locatarios del mercado municipal de Tula de Allende, Felipe Carbajal Arcia, no superaron la pandemia de covid-19 y tuvieron que cerrar sus establecimientos, pues los créditos que solicitaron por su cuenta no fueron suficientes para sostenerlos.
Arminda Martínez, comerciante de ropa en dicho espacio desde hace 25 años, señala que este sector enfrenta desde 2020 una difícil situación económica, pues el cierre de comercios a causa de la contingencia sanitaria causó la quiebra de varios negocios.
Explica que muchos comerciantes de la zona centro pagan renta, y eso agrava la situación pues a pesar de las bajas o nulas ventas durante la pandemia debían cubrir los alquileres, toda vez que muchos dueños de locales no fueron empáticos con sus arrendatarios.
La comerciante indica que los miembros del sector además se sintieron olvidados por las autoridades en este caso, y después de ello se produjo la inundación de la zona centro de Tula a causa del desbordamiento del río, y aunque por su ubicación el mercado no resultó inundado, sí se agravó aún más el panorama por la avalancha de afectaciones económicas para el municipio.
Desde entonces los comerciantes, dice, han trabajado día a día por salir adelante pero no todos lo han logrado pues tuvieron que recurrir a préstamos bancarios, con financieras o con familiares, para tratar de recuperarse, ante la falta de apoyo del gobierno.
En su caso recurrió a préstamos familiares tras la pandemia, aunque en el caso de la inundación ella tuvo que apoyar a su hermano, quien resultó afectado y ya no tuvo la posibilidad de reabrir su negocio y tuvo que buscar otra alternativa para subsistir.
Actualmente en la zona centro, en el tianguis y en el mercado hay locales cerrados, subraya, pues “muchos ya no pudieron continuar pues su economía quedó devastada y tuvieron que buscarse otra manera de ganarse la vida”.
En este sentido, reitera que muchos comerciantes buscaron oficios como taxistas, de obreros o en diferentes puestos en empresas, pues ya no tuvieron opción de continuar con sus negocios o emprendimientos.
Revela que en el mercado son aproximadamente 10 locales los que ya no abrieron tras la pandemia y la inundación, y quienes resistieron el embate de ambos siniestros, tuvieron que recortar personal pues las bajas ventas no permitían sostener a las plantillas.
Martínez expresa que se requiere mucho apoyo de las autoridades, pues han abandonado al sector en los últimos años y los integrantes de este tuvieron que salir adelante por sus propios medios.
Por lo anterior la comerciante solicita a las autoridades que se les brinde el acompañamiento necesario para salir adelante, pues todavía hay muchas necesidades en el sector. *NI*