*Familiares recorrieron las calles de Tula para exigir la aparición de Anayeli, Verónica, Diego, Lorena y Joel.
Por MARLENE GODÍNEZ PINEDA
Organizados y con sentimientos a flor de piel, familiares y amigos de desaparecidos marcharon por calles de Tula para exigir que las autoridades se apliquen en las estrategias de búsqueda de sus seres queridos.
Con lonas y cartulinas en mano dejaron de manifiesto su sentir al no saber de sus familiares que de la noche a la mañana desaparecieron. Nada saben de ellos y, como siempre, señalan la lentitud con la que se realizan las investigaciones.
El grupo de manifestantes llegó a la presidencia municipal de Tula en busca de empatía por parte de autoridades locales. Bien saben que ellas no están a cargo de las investigaciones, pero lo que sí pueden hacer es solidarizarse y sobre todo apoyarlos con la difusión de las fichas de búsqueda, para que no se olviden los desaparecidos.
Compararon con el municipio de Atotonilco, donde pegaron fichas e información de sus desaparecidos y todavía permanecen en el lugar. En tanto que en Tula ya no están en el jardín municipal los datos de sus familiares; porque no hay interés de parte de las autoridades por mantener con vida la búsqueda a través de todos los medios posibles.
En la alcaldía de Tula fueron recibidos y atendidos por el secretario municipal Israel Sánchez Maqueda, quien logró, a través de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, que personal de la Fiscalía visite el municipio este miércoles 10 de abril, para reunirse exclusivamente con los familiares de los desaparecidos. Los buscadores reconocen que el comité de desaparecidos está al tanto, pero en lugar de darles a ellos información, les piden datos que no tienen.
Si bien algunos familiares buscaron a su ser querido en ciertos lugares, no cuentan con los recursos para buscar más. Por ello quieren respuesta de quienes están obligados a la búsqueda. Son por lo menos seis las historias que con la marcha-manifestación salieron a relucir, cada una con su particularidad.
Buscan a Anayeli Jiménez, Verónica Jiménez García, Diego Mauricio Peña Jiménez, Lorenzo Mera y Joel Luján Acevedo, entre otros, casi todos desaparecidos entre los últimos meses del 2023 y en lo que va del 2024.
Algunas de las historias
Verónica Jiménez García, vecina de La Malinche, salió de su casa para verse con su novio y nunca llegó con él, pero tampoco regresó. A pesar de que la comisión de búsqueda ha estado al pendiente, les preguntan a los familiares a dónde ir a buscar y ni saben qué decir.
Lo único que saben es que entre 10:30 y 11 de la mañana del 9 de marzo pasado desapareció como por arte de magia. Iba a desayunar con su novio y no llegó al lugar de la cita: las canchas de la colonia La Malinche, porque se le quedó el carro y ella caminó hasta ese lugar.
Revisaron cámaras y no se ve nada anormal. Es un camino por el que muchas veces caminaron. Ella bajó por donde hay cámaras, pero no se ve que brinque hacia otro lado. Las cámaras del C5 no se las facilitaron con el argumento de que no abarca por la zona donde caminó Verónica de 37 años.
La familia de la madre de tres hijos y abuela de una bebé no han recibido ninguna llamada de extorsión o petición de rescate. El teléfono de la mujer ya estaba apagado para cuando uno de sus hijos le marcó, recién cuando ella salió de la casa para reunirse con su novio.
La hermana de Verónica le dirige un mensaje para que sepa que la esperan en casa; lo único que quiere es que regrese. Sus hijos, sus padres, toda la familia está muy preocupada.
Salieron a buscar trabajo y ya no regresaron
“Ando en busca de mi hijo y de mi nuera, ellos salieron el 14 de octubre y hasta ahorita no hemos sabido nada de ellos. Supuestamente fueron a ver lo de un trabajo a Pachuca desde el viernes y salieron como a las 4:30 horas; dijeron que iban a regresar para ir a México con mi nieto, pero desde entonces no supimos nada. Le pregunté a mi hijo si ya venía de camino y nunca me contestó”, narró la señora Balbina Luján.
Joel Antonio Luján Acevedo es vecino de la colonia Jalpa, municipio de Tula, y su esposa Anayeli Jiménez Martínez, originaria de Atitalaquia, ambos de 32 años y padres de un niño de ocho años. Salieron los dos juntos a ver la posibilidad de un trabajo, pero supuestamente nunca llegaron al lugar de la cita en Pachuca.
La mujer es ingeniera en construcciones y le marcaron porque supuestamente la iban a contratar, incluso a su esposo, pero no llegaron al lugar. Tampoco han encontrado el teléfono celular, su ubicación, nada de nada, comenta la angustiada madre de familia.
Ya revisaron las cámaras y nada. Supuestamente la unidad fue encontrada, con unos muertos adentro, pero no eran ellos. Por ello la señora Balbina mantiene la esperanza de que sigan con vida. “Siento que están vivos, porque gracias a Dios no nos han dado una mala noticia”. NI