*Platicamos con el obispo en retiro Octavio Villegas quien nos visitó procedente de Michoacán, con motivo del aniversario 100 de la escuela Teresa Martín.
Por 12 años obispo de la Diócesis de Tula, de 1994 al 2006, don Octavio Villegas Aguilar reconoce que su estancia aquí en esa época “marcó positivamente mi vida desde la fe y el amor de Dios y su misericordia”.
Ordenado como obispo en el estadio 10 de diciembre el 25 de mayo de 1994, es hasta hoy muy bien recordado y apreciado por los feligreses, según lo pudimos constatar durante su reciente estancia en Tula.
En la entrevista para Nueva Imagen el obispo Villegas Aguilar nos refiere que a su paso por Tula a diario fue haciendo algunos apuntes y estas anotaciones con tiempo se convirtió en un libro cuya edición rápidamente se agotó, pero nos anticipa que en breve se volverá a imprimir para hacerlo llegar a quien así lo desee.
Hombre de hablar pausado y de un gran corazón don Octavio considera que siempre ha procurado adaptarse con la gente en los lugares en que ha estado ha sido feliz y con sentimientos encontrados, pues por una parte la nostalgia de dejar el lugar, y por otra parte el reencuentro con la que fue mi Diócesis como sacerdote.
Copándaro de Galeana a 20 kilómetros de Morelia es el lugar de nacimiento de nuestro entrevistado, hoy retirado de su labor eclesiástica, toda vez que lo pudo hacer desde los 75 años y hoy que tiene 85 aclara que ya no tiene responsabilidad alguna como obispo auxiliar de Morelia, “pero busco cómo seguir viviendo en el mismo estilo de vida sacerdotal y de servicio. Sigo en el ambiente sacerdotal pedro no como antes”
Se despide con un saludo atento para todos los feligreses, “guardo profundamente la experiencia vivida en Tula y la guardo no en el recuerdo, sino en el corazón, con gratitud. En ningún momento me he arrepentido de haber entregado parte de mi vida al servicio, con amor para el bien de los demás”, reconoce. (JOGUARO)