Por: la redacción
En días recientes se dio a conocer una entrevista que el prestigiado periodista deportivo David Faitelson logró con Guillermo Álvarez Cuevas, director por varios años de la Cooperativa Cruz Azul y quien desde hace poco más de tres años es perseguido por la justicia.
El entrevistado reconoció que hay litigios del orden federal y estatal en su contra y aduce que se han librado órdenes de aprehensión sin notificación alguna. Dice estar al pendiente de su defensa en ambos niveles. Se considera como una persona que se ha tenido que resguardar para preparar su defensa y no como un prófugo de la justicia.
Tacha de mal agradecido, sin decirlo por su nombre, al ingeniero Víctor Velázquez, hoy presidente de la Junta de Vigilancia de la cooperativa cementera. “Es una persona a la que siempre se le ayudó e impulsó desde que comenzó a trabajar en la planta de Hidalgo, incluso en su carrera profesional, pero cambian los intereses; tengo con él hasta un parentesco de carácter político”, reconoce.
Al ser cuestionado sobre el tema de los cooperativistas, Álvarez Cuerva les envía un saludo y lamenta las actuales circunstancias; se apena de no tener ahora la cercanía que se acostumbraba. “Ha sido muy duro estos tragos amargos, pero les agradezco a quienes mantienen su confianza en su servidor, pues son 52 años de trabajo, gracias al apoyo de todos los compañeros logramos el desarrollo industrial, social, deportivo y económico de Cruz Azul”.
Ratificó que sigue siendo cooperativista, pues nunca ha habido el derecho de audiencia para defenderse de los cargos contra él y a más de 200 socios cooperativistas. Reconoce que Ángel Junquera era abogado no de él, sino de la cooperativa. Con su apoyo se creó un fideicomiso para darle seguridad a los trabajadores y es una infamia decir que se sustrajeron 42 mil millones de pesos, es una ignorancia, puntualiza ante el señalamiento.
Sobre la persecución de la que podría ser objeto, el pide que las autoridades no actúen de manera abusiva totalitaria. Respecto a su confianza o no en la justicia, dice que con él se ha tardado un “poquito”, pero que sigue creyendo.
– ¿Hay un tinte político en su caso?
-Pues la circunstancia de que sea un manjar para la política, no se puede evitar pensarlo, pero hay que tener muchos más elementos para asegurarlo. Pero indudablemente puede haber intereses ajenos a la organización que son de carácter político.
– ¿Cómo está su salud?
-Salir de jornadas de 14 o 16 horas de trabajo; hoy estoy bien, dentro de lo que cabe, cuidando la salud con el ejercicio y cuidando también la salud mental. Leyendo, escribiendo y pensando que debe haber una luz final para una solución y beneficio de toda la empresa.
Declara vivir hoy en día de forma decorosa, con el apoyo de familiares y amigos. Con mucha valoración de cada momento y con la esperanza de que al día siguiente salgan mejor las cosas. Ante la pregunta de Faitelson que, si vive con miedo, Álvarez dice vivir más que con miedo, con preocupación, no sólo por él sino por la gente, que no la debe estar pasando bien.
De la pregunta si ha tenido o no acercamiento con sus acusadores, él responde que no tienen palabra. En julio del 2020 hubo condiciones para solucionar el problema, se firmaron algunos documentos, pero no cumplieron con su palabra, recuerda con molestia el entrevistado.
– ¿Por qué tanto odio contra Billy?
-Bueno yo no lo hubiera considerado así; sin embargo, caras vemos y corazones no sabemos. No creo que haya nacido de ellos todo esto de maldad, de inventar, de persecución. Convivimos en la oficina, en las plantas, me acompañaban.
Respecto al futbol, Guillermo Álvarez reconoce que no sabe de gente a la que él apoyó. Recuerda que desde los 17 años él mismo fue parte del proyecto del futbol. Quién puede creer que se perdieron las finales a propósito, eso es una mentira. Dice estar tranquilo con su conciencia; no hay mayor tranquilidad que la tranquilidad de conciencia, refuerza.
Hoy del equipo reconoce que no ha podido ni querido ver los partidos de Cruz Azul; no ve los partidos, pero sí la tabla de posiciones y acepta que hay mucho desequilibrio. No se puede tener un buen equipo siendo tan débil. Y es que un plantel que se forjó en cuatro años para ser campeón se deshizo en apenas poco tiempo.
Hoy considera que hay falta de experiencia y de entrega en el equipo; de sentirse parte no solo del equipo, sino de la institución. Se requiere de gente capacitada, no sólo echarle ganas, establece. Hay que poner gente con capacidad, con experiencia. Niega que durante su gestión se pueda hablar de despilfarro, es una gran mentira sobre todo contra los resultados obtenidos en lo deportivo.
Del actual equipo de Cruz Azul Guillermo Álvarez lo considera como un barco sin rumbo. Al cuadro de sus amores hoy reconoce que no sabe quiénes son. Que cada uno juegue su posición, no soy técnico, sólo aficionado al futbol, precisa.
En la parte final de la entrevista, Faitelson ensaya la pregunta-respuesta. ¿Billy sacó de la cárcel a Víctor Velázquez? Verdadero. ¿Alfredo Álvarez declaró en su contra para su beneficio? Falso. ¿Víctor Garcés traicionó a Billy? Falso. ¿Cruz Azul es hoy un equipo mediocre? Verdadero. ¿Billy Álvarez volverá a Cruz Azul? Verdadero.
Reconoce que su sueño es poder reunirse con su familia, con sus amigos y restablecer las fuentes de trabajo y que éstas operen a toda su capacidad.
Hasta aquí gran parte de la entrevista de David Faitelson a Guillermo Álvarez Cuevas. *NI*