¡Camotes y plátanos de Tula!
*Son una feliz pareja con toda una vida en el noble oficio de vender aquí sus tradicionales productos.
Selene y Armando son pareja desde hace 24 años, tiempo que llevan empujando su carrito para vender por Tula y sus alrededores los sabrosos camotes y plátanos bañados como ordenan los cánones con leche condensada, azúcar y canela como lo pida el cliente.
Como cada lunes es día de La Entrevista y ahora acudimos a San Lorenzo para alcanzar ahí a la pareja que son padres de una dama de 24 y un joven de 17 años y ya son orgullosos abuelos.
Este día van con rumbo al Infonavit San Marcos y de ahí si les queda mercancía para llegar a Jalpa para alrededor de las nueve de la noche enfilar de regreso a su domicilio en Barrio Alto, en una jornada que comenzó aproximadamente a las cuatro y media de la tarde.
Armando Contreras Sánchez es de Amecameca, en el Estado de México y Selene Martínez Hernández es de aquí en Tula, hija de comerciantes, mientras que su pareja es ya la tercera generación dedicada a este noble negocio del camote y plátano, mercancía que les llega desde la central de abastos en la Ciudad de México, “lavo el camote y lo echo a cocer desde la una de la tarde, sale a las tres y luego el plátano macho que queda listo a las cuatro y media y nos vamos a la venta”, nos dice Armando, quien precisa que sus productos se venden asados.
Selene acota que desde siempre caminan juntos vendiendo. A la semana trabajan entre tres a cinco días, depende también cómo está el producto, si todavía verde o ya listo para prepararlo, nos dice.
La pareja nos comparte su agenda semanal. Barrio Alto, Jalpa, Infonavit, Alvarado y ahí van con su carro que al comenzar la jornada le calculan un peso de 200 kilogramos aproximadamente y ya vacío anda por los 80 kilogramos. Armando hace memoria y el carro de hoy es ya el séptimo en su carrera de vendedor de camote. Su mercancía tiene un costo de 45 pesos el camote y el plátano a 40 pesos la pieza.
Selene nos dice que los niños son sus mejores clientes, muchos desde pequeños hoy es gente adulta que nos siguen comprando nuestra mercancía, aclara. Ellos tienen su página en las redes sociales “Camotes y Plátanos en Tula Hidalgo”, el nombre de este noble negocio cuya pareja nos invita a consumir su producto, sin importar que llueva o haga frío como hoy. Por mientras echar a andar el clásico sonido de la venta de camotes, y a seguirle. (JOGUARO)