*AHORA SI, EL TREN MÉXICO A QUERÉTARO.

Por José Antonio Trejo Rodríguez.

Este domingo la presidenta Claudia Sheinbaum, acompañada por el gobernador queretano Mauricio Kuri e integrantes del gabinete federal, dieron el banderazo de salida al proyecto del tren pasajero que correrá entre las ciudades de México y de Santiago de Querétaro. Un proyecto que, por fin, tiene definido su trazado. A fin de cuentas, la autoridad federal decidió que construirá un par de caminos de fierro exclusivos para los trenes de pasajeros, en paralelo a las vías Juárez Morelos que desde hace varios años están concesionadas a Canadian Pacific Kansas City de México (CPKC) aprovechando el derecho de vía y el manifiesto impacto ambiental de las citadas vías.

El gobierno federal fue sensible a las opiniones que, altos ejecutivos de CPKC, brindaron en un estudio técnico entregado a la anterior administración federal que, en resumen, calculó la viabilidad del tren pasajero de México a Querétaro, siempre y cuando no corriese sobre las vías Juárez Morelos. Asimismo, la federación decidió no revivir el proyecto del 2014, que debe hallarse en sus archivos que, también pretendía utilizar el derecho de vía de las Juárez Morelos con la salvedad de librar las zonas barrancosas de Tula y de San Juan del Río por medio de sendos viaductos y túneles.

Para el actual proyecto que, a partir de ya estará realizando los estudios técnicos pertinentes, iniciará su construcción por parte de los especialistas de la Secretaría de la Defensa Nacional a finales del primer trimestre del 2025, misma que durará 36 meses, con una inversión de 175 mil millones de pesos, generando 135 mil empleos directos y 300 mil indirectos; contará con tres estaciones: Ciudad de México, San Juan del Río y Santiago de Querétaro; además evaluará la pertinencia de establecer paraderos en ciudades intermedias, como el caso de Tula, cuya noticia se conoció una semana atrás. El tiempo de viaje se estima en una hora con 40 minutos.

A decir de la titular de la SEMARNAT, a la federación le preocupa el impacto de la magna obra en el parque nacional de Tula, lugar que seguramente estará en la vecindad de la construcción de otro viaducto que cruzará el río Tula, similar al ya existente, que este año cumplió 44 años y cuyas características técnicas fueron publicadas en esta columna hace dos años con el título de “Viaducto ferrocarrilero”.

“En el sitio de internet de Carlos Fernández Casado, S.L. Oficina de proyectos, se brinda la siguiente descripción: “Puente Tula, Hidalgo. México. 1980. Es un viaducto de ferrocarril de vía doble de 496 m de longitud, formado por 10 vanos, 2 extremos de 40 m y ocho intermedios de 52 m. El viaducto se ha hecho con dos vigas continuas independientes con sección en cajón rectangular, de 4,00 metros de canto, análogo al del puente de Guadalquivir. Las pilas son comunes para las dos vías y tienen 30 m de altura.”

“El problema de este puente, como el de la mayoría de los que hemos hecho en México, es el debido a las acciones sísmicas. En este caso, una viga continua de gran longitud, fue necesario anclar el viaducto a uno de los estribos, y a su vez anclar éste al terreno mediante anclajes activos para resistir las fuerzas longitudinales debidas al sísmico. Fue necesario también hacer unos apoyos de neopreno teflón que a través de las guías resistieron las fuerzas transversales producidas por el sismo, que a su vez tenían que ser resistidas por las pilas.” Hasta aquí la cita sobre el actual viaducto.

Por otra parte, resulta alentador darse cuenta que, los empleos que generará la obra podrán absorber al capital humano que las obras de la coquizadora y del hospital del IMSS irán liberando conforme se acerquen a su conclusión; lo mismo ocurrirá con las obras relacionadas con el proyecto de economía circular, los de la limpieza del río Tula y las asociadas al decreto de rescate ambiental del área de influencia de la presa Endhó, sin olvidar a las nada lejanas obras de construcción del tren pasajero de Pachuca – AIFA y las que surjan para construir las vías de los sendos trenes pasajeros de Querétaro a Guadalajara y a Nuevo Laredo.

Si bien la economía regional estará en posición de conservar los actuales niveles de empleo, con el consiguiente efecto multiplicador en el consumo de bienes y servicios en los mercados locales; las oportunidades de negocio también se abrirán para los ejidos y las compañías a ellas asociadas en la extracción y venta de balastro.

No será todo, ya que la operación del ferrocarril pasajero requerirá de técnicos especializados que, bien podrían ser egresados de nuestras universidades locales, públicas y privadas. Dicen las autoridades que en 2029 se estarán realizando las pruebas del tren pasajero de México a Querétaro. Esperemos verlo y viajar lo más que podamos, disfrutando, como dijo Óscar Chávez, del chacachá del tren. *NI*

Por Nueva Imagen de Hidalgo

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