*Un verano sustentable.
Por Magda Olguín
Aunque oficialmente el verano entra el 22 de junio este año en el hemisferio norte comienza el 21 del mismo mes esta fecha marca el solsticio de verano, que es el día más largo del año, cuando el sol alcanza su punto más alto en el cielo.
Pensar en un verano sustentable es crucial por varias razones que abarcan desde la protección del medio ambiente hasta la mejora de nuestra calidad de vida, es una oportunidad perfecta para alinear nuestras actividades recreativas y diarias con prácticas que respeten y protejan el medio ambiente.
En un mundo donde el cambio climático y la degradación ambiental son problemas urgentes, cada acción cuenta. Pero ¿Qué podemos hacer para lograrlo?
Durante el verano, muchas personas aprovechan para viajar. Elegir modos de transporte más ecológicos puede tener un gran impacto positivo. Optar por el tren en lugar del avión para viajes largos, o utilizar bicicletas y caminar para distancias cortas, reduce significativamente las emisiones de carbono. Además, compartir vehículos con amigos o familiares no solo es más divertido, sino también más eficiente en términos de consumo de combustible.
Al elegir alojamientos para las vacaciones, es importante considerar aquellos que implementan prácticas sostenibles. Muchos hoteles y resorts ahora buscan certificaciones verdes, adoptando medidas como la reducción de residuos, el uso de energías renovables y la implementación de programas de reciclaje. Alternativamente, el ecoturismo y el agroturismo ofrecen experiencias únicas y ecológicamente responsables.
El verano es una excelente época para disfrutar de una alimentación fresca y local. Optar por productos de temporada y apoyar a los agricultores locales no solo promueve una economía sostenible, sino que también reduce la huella de carbono asociada con el transporte de alimentos. Además, reducir el consumo de carne y productos de origen animal, aunque sea temporalmente, puede tener un impacto significativo en la reducción de gases de efecto invernadero.
Durante las actividades veraniegas, es crucial minimizar la generación de residuos. Utilizar botellas de agua reutilizables, llevar bolsas de tela para las compras, y evitar los productos de un solo uso como platos, cubiertos y vasos de plástico, son pasos sencillos que contribuyen a reducir el desperdicio. Además, al hacer picnic o salir de excursión, llevar nuestros propios recipientes y utensilios reutilizables puede marcar una gran diferencia.
El verano puede poner una presión adicional sobre los recursos hídricos. Adoptar hábitos como duchas cortas, cerrar el grifo mientras nos cepillamos los dientes, y regar las plantas temprano en la mañana o tarde en la noche para evitar la evaporación, puede ayudar a conservar el agua. También, en lugar de llenar piscinas privadas, considerar la visita a piscinas comunitarias o naturales es una alternativa más sostenible.
Las actividades al aire libre, como el senderismo, el campamento y el disfrute de las playas, deben realizarse con un profundo respeto por los ecosistemas naturales. Seguir las reglas locales, no dejar basura y respetar la flora y fauna son principios fundamentales. Participar en actividades de limpieza comunitaria o en proyectos de conservación también puede ser una forma gratificante de contribuir.
En el hogar, el uso eficiente de la energía sigue siendo crucial durante el verano. Apagar los aparatos electrónicos cuando no se usan, utilizar bombillas LED y aprovechar al máximo la luz natural reduce el consumo energético. Además, invertir en tecnologías como paneles solares puede ser una excelente manera de reducir nuestra dependencia de fuentes de energía no renovables.
Finalmente, un aspecto vital de un verano sustentable es la educación y la creación de conciencia. Compartir conocimientos y prácticas sostenibles con amigos y familiares, participar en talleres y actividades educativas, y mantenerse informado sobre los desafíos ambientales y las soluciones innovadoras son pasos clave para un cambio duradero.
Adoptar un estilo de vida sustentable no solo es beneficioso para el medio ambiente, sino que también puede mejorar nuestra salud y bienestar. Un verano sustentable no se trata de renunciar a la diversión y la relajación, sino de encontrar maneras creativas y conscientes de disfrutar de esta estación. Al hacer elecciones responsables, podemos contribuir a un futuro más verde y saludable, disfrutando al mismo tiempo de las maravillas que el verano tiene para ofrecer.
Mis redes sociales están abiertas para usted Magda Olguín en Fb y @malenitaol en IG. *NI*