*Aranceles para México.
Por Magda Olguín
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, prometió el lunes pasado, fuertes aumentos a los aranceles de los productos provenientes de México, Canadá y China desde el primer día de su gobierno, una política que podría aumentar drásticamente los costes para las empresas y los consumidores estadounidenses.
La medida, dijo Trump, será en represalia por la inmigración ilegal y el “crimen y las drogas” que llegan del otro lado de la frontera.
“El 20 de enero, como uno de mis primeros decretos, firmaré todos los documentos necesarios para cobrar a México y Canadá un arancel del 25% a TODOS los productos que ingresen a Estados Unidos y sus ridículas fronteras abiertas”, publicó Trump en su plataforma Truth Social. “¡Este arancel permanecerá vigente hasta que las drogas, en particular el fentanilo, y todos los inmigrantes ilegales detengan esta invasión a nuestro país!”.
La relación comercial entre México y Estados Unidos es una de las más importantes y complejas a nivel mundial. Ambos países han construido un intercambio económico profundo, especialmente a través del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, ahora USMCA). Sin embargo, la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos en 2017 generó incertidumbre y tensión en esta relación debido a su postura proteccionista y su insistencia en imponer nuevos aranceles a productos mexicanos como una medida para “proteger” la economía estadounidense.
Los aranceles, si se concretan, podrían causar estragos en las cadenas de suministro de Estados Unidos y en las industrias que dependen de los productos de los socios comerciales más cercanos del país.
Según Karl Schamotta, estratega jefe de Mercado de Corpay Cross-Border Solutions, “las medidas propuestas podrían golpear duramente a varios sectores industriales estratégicos de EE.UU., añadir aproximadamente US$ 272.000 millones al año a las cargas fiscales, aumentar los precios de los bienes, elevar las tasas de interés y restar fuerza a un sector doméstico ya de por sí vulnerable”.
Tras el anuncio, el dólar canadiense cayó un 1,2% frente al dólar estadounidense, y el peso mexicano un 2% frente al dólar. El yuan chino, aunque controlado por el Gobierno, cotizó al alza —por encima del 7,6%— en los mercados extraterritoriales.
La imposición de nuevos aranceles tendría un impacto significativo en la economía mexicana debido a la dependencia del comercio con Estados Unidos. En 2023, más del 80% de las exportaciones mexicanas se dirigían a su vecino del norte. Los sectores más afectados incluirían la industria automotriz ya que México es un importante productor y exportador de vehículos y autopartes. La introducción de aranceles encarecería estos productos, disminuyendo su competitividad en el mercado estadounidense y potencialmente reduciendo las inversiones extranjeras en el país.
Por otro lado, productos como aguacates, tomates, y cerveza mexicana son altamente consumidos en Estados Unidos. Los aranceles podrían reducir la demanda de estos bienes, afectando a agricultores y productores mexicanos.
No debemos olvidar que la reducción en exportaciones provocaría una contracción en sectores clave de la economía, derivando en desempleo y posibles efectos negativos en el consumo interno.
Es preciso comentar que la incertidumbre económica generada por los aranceles podría devaluar el peso mexicano, encareciendo las importaciones y afectando el poder adquisitivo de los ciudadanos.
Los efectos económicos también traerán consecuencias sociales y políticas. Una caída en la economía podría aumentar los niveles de pobreza y desigualdad, incrementando las tensiones sociales. Políticamente, el gobierno mexicano enfrentaría críticas internas por no proteger los intereses nacionales en las negociaciones comerciales.
Ante estas desventajas, México necesita adoptar una estrategia diplomática sólida y multifacética para evitar la imposición de aranceles y proteger su economía. Algunas recomendaciones ante este panorama incluyen el Fortalecimiento del Diálogo Bilateral, México debe buscar canales directos de comunicación con la administración estadounidense, priorizando el uso de argumentos económicos sólidos. Por ejemplo, subrayar cómo las exportaciones mexicanas benefician a empresas y consumidores estadounidenses.
La Movilización del Sector Privado es importante, colaborar con empresas y lobbies en Estados Unidos que se beneficien del comercio con nuestro país para ejercer presión política interna contra los aranceles.
Aunque la diversificación de mercados no es una solución inmediata, el país debe intensificar esfuerzos para diversificar sus socios comerciales, fortaleciendo relaciones con la Unión Europea, Asia y América Latina a fin de reducir su dependencia de Estados Unidos.
Dado que Trump también enfatizó temas de seguridad y migración, es obligatorio que México ofrezca una colaboración estratégica en estos ámbitos como moneda de cambio para mantener una relación comercial favorable.
El país debe posicionarse como un defensor del libre comercio y recurrir a organismos internacionales como la Organización Mundial del Comercio (OMC) para abordar posibles violaciones de acuerdos comerciales.
En años recientes, México ha demostrado la capacidad de adaptarse a cambios en la política internacional. La renegociación del TLCAN en 2020 (que resultó en el USMCA) es un ejemplo de cómo la diplomacia, respaldada por argumentos técnicos y el apoyo del sector privado, puede llevar a resultados positivos incluso en un entorno político adverso.
La imposición de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos representaría un desafío significativo para México, con consecuencias económicas, sociales y políticas profundas. Sin embargo, mediante una combinación de diplomacia inteligente, diversificación económica y fortalecimiento de alianzas estratégicas, México tiene la capacidad de proteger sus intereses nacionales y superar las tensiones bilaterales. La relación con Estados Unidos siempre será compleja, pero también es una oportunidad para que México se posicione como un actor clave en la economía global y como un socio indispensable en el comercio internacional.
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