*Lamentable actuación.
Por Yael Dorantes Nájera
Saludos estimados lectores, este miércoles 27 de marzo del 2024 les doy la bienvenida a esta nueva sección titulada “Hablemos de fútbol”. Han pasado dos días desde la lamentable realidad de la selección mexicana en la final de la Nations League frente a Estados Unidos. Esta selección ha sido un rival al que no hemos podido vencer en los últimos siete enfrentamientos, con unas estadísticas de 3 goles a favor y 12 en contra, lo que nos da una relación de 4 a 1, lo cual significa que por cada gol de México los Estados Unidos nos anotan 4.
Estos datos reflejan claramente el bajo rendimiento de nuestra selección nacional, que ha sido ampliamente superada por Estados Unidos. Un dato aún más alarmante es que la plantilla estadounidense tiene un promedio de edad de tan solo 24.4 años, lo cual indica que aún les quedan varios años de hegemonía en la CONCACAF.
Creo que la evidente evolución que ha experimentado Estados Unidos desde el 2018, cuando no lograron clasificar al Mundial, hasta convertirse en el equipo dominante de su confederación, se debe, en gran medida, a la cantidad de jugadores que tienen participando en las mejores ligas de Europa.
Por lo tanto, ¿Es este el camino que la selección mexicana debe seguir para mejorar? Mi respuesta es sí. Entonces, se preguntarán, ¿Por qué México no comienza a exportar jugadores mexicanos a las mejores ligas de Europa? La respuesta radica en que actualmente la liga nacional es un negocio en el cual cada equipo solo se preocupa por sus propios intereses, ya que son empresas y cualquier error puede resultar en pérdidas económicas.
Hoy en día, la selección mexicana prefiere jugar en Estados Unidos por los ingresos que se generan en lugar de hacerlo en territorio nacional. Es necesario que se realicen cambios de manera inmediata. La liga debe obligar a los equipos a contar con más jugadores mexicanos en sus filas y estos jugadores deben tener cláusulas que faciliten su salida hacia equipos europeos.
Sin embargo, esto es solo en teoría, ya que los dueños de los equipos de la Liga MX no estarán dispuestos a vender a sus jóvenes talentos por cantidades inferiores a los 5-10 millones de dólares, esto hace que los equipos europeos prefieren invertir el mismo dinero, pero diversificado en jugadores sudamericanos o estadounidenses que son más económicos.
Es fundamental resaltar que la mentalidad del jugador mexicano puede ser considerada como conformista en ciertos aspectos. Aunque muchos prefieren permanecer en su país y jugar en una liga donde tienen actividad semanal, esto no significa que carezcan de ambición o deseos de triunfar en el ámbito futbolístico.
La decisión de emigrar al viejo continente implica enfrentarse a nuevos desafíos y exigencias, como adaptarse a un ritmo de juego diferente, jugar cada 3 semanas y seguir estrictos regímenes de alimentación y entrenamiento para mantener un alto rendimiento físico. Además, deben asumir la responsabilidad de comportarse como verdaderos atletas profesionales lo cual es lo que en ocasiones les falla a los mexicanos.
Sin embargo, es cierto que algunos jugadores pueden sentirse cómodos en su zona de confort y no buscar oportunidades en el extranjero, prefiriendo mantenerse en su entorno conocido. A pesar de ello, existen casos como los de Orbelin Pineda y Luis Chávez, quienes demostraron valentía al enfrentarse a sus equipos locales para poder emigrar a Europa en busca de nuevos retos y oportunidades para crecer como futbolistas.
Estos ejemplos son un claro indicativo de que el talento futbolístico en México es innegable, y que los jugadores mexicanos tienen la capacidad de triunfar en escenarios internacionales si cuentan con la determinación y el apoyo necesario para alcanzar sus metas y superar los obstáculos que se les presenten en el camino hacia el éxito.