*Luego de 20 años cierra su ciclo esta asociación que apoyó a las personas con cáncer.
Por MARLENE GODÍNEZ PINEDA
El compromiso, la empatía y la esperanza fueron los sentimientos que marcaron la celebración del 20° aniversario del Grupo Quetzal, una asociación sin fines de lucro que ha dedicado dos décadas a brindar apoyo a personas con cáncer y en situación vulnerable. En un emotivo evento, llevado a cabo en Rancho La Herencia, los miembros del grupo, voluntarios y benefactores se reunieron para conmemorar el impacto de su labor, pero también para cerrar un ciclo.
“La humanidad es nuestro motivo”, fueron las palabras con las que se dio inicio a la ceremonia, destacando el propósito solidario que ha guiado al Grupo Quetzal desde su fundación. Tomó la palabra la doctora María Antonieta Velázquez a nombre de Alma Rivera de Cravioto, para expresar que representan el amor, el cariño y el impulso a través de su trabajo en diferentes asociaciones.
Durante la jornada, se presentó un informe de actividades y se reconoció a quienes han sido parte fundamental del proyecto, incluyendo a las “Mujeres del Año”, quienes con su esfuerzo han sido ejemplo de entrega y dedicación.
En su mensaje, José Antonio Cruz Félix expresó su profundo agradecimiento a los voluntarios: “Cada sonrisa, cada momento de alegría y cada apoyo brindado son testimonio del gran trabajo que han realizado. Aunque nuestras actividades han llegado a su fin, el impacto que han tenido en la vida de tantos pequeños y sus seres queridos perdurará para siempre”.
A lo largo de estos 20 años, Grupo Quetzal ha transformado incontables vidas. Su presidenta actual, Claudia Lugo Salgado, compartió cifras impactantes: solo en los últimos dos años se ha brindado apoyo económico a cerca de 165 personas, con aportaciones que oscilan entre los 3,000 y 5,000 pesos por beneficiario. Estos fondos se han obtenido a través de rifas, excursiones, ventas y otros eventos comunitarios.
El evento también fue una oportunidad para recordar a quienes han sido pilares en la organización. Se reconoció el trabajo de los integrantes activos y de aquellos que, aunque ausentes, siguen siendo parte del corazón de Grupo Quetzal. En medio de los aplausos, se reafirmó la misión de seguir extendiendo una mano amiga a quienes lo necesitan.
Cierre de actividades
En un emotivo cierre de actividades, la presidenta de Grupo Quetzal expresó su más profundo agradecimiento a quienes hicieron posible el funcionamiento de esta noble causa. Entre los reconocimientos especiales estuvieron Guillermo Paredes Carvajal, Noé Paredes Mesa, y su esposa Claudia Trejo, además de varios empresarios, medios de comunicación y voluntarios que dedicaron su tiempo y esfuerzo.
“Sé que no es fácil, algunos desertaron en el camino, otros continuaron con altas y bajas, pero llegamos al final. Somos pocas, pero llegamos”, afirmó con emoción. También rindió homenaje a quienes la precedieron en la dirección de la asociación, resaltando su incansable labor a lo largo de los años.
El evento culminó con la intervención de la fundadora de Grupo Quetzal, Araceli Velázquez Ramírez, quien recordó los inicios de la organización hace 20 años. Con voz entrecortada, instó a los asistentes a ser siempre la mano que ayuda, a no olvidar que hay personas que dependen de la solidaridad de los demás.
“Han sido muchas noches y muchos días de esfuerzo, de no rendirse, de enfrentar los retos que implica ayudar a nuestros semejantes. Pero una fuerza muy profunda en nuestro interior nos hace levantarnos cada día con la convicción de que podemos seguir adelante”, expresó.
Uno de los momentos más conmovedores fue cuando compartió una experiencia personal sobre la importancia del compromiso. Relató cómo, a pesar de estar enferma y con fuertes dolores, decidió acudir a una entrega de apoyos económicos para pacientes con cáncer en una comunidad alejada. “No podía dejarlas ahí, esperando por su ayuda”, recordó. Su determinación y sacrificio fueron recibidos con aplausos y gestos de admiración por parte de los presentes.
La jornada incluyó un desayuno amenizado por Cecy López y su mariachi, una costumbre que refuerza la unión y el espíritu de servicio de Grupo Quetzal. Así, con un legado de amor y entrega, esta asociación cierra un ciclo, dejando una huella imborrable en quienes han recibido su apoyo y en aquellos que lo han brindado con el corazón en la mano. *NI*