*Euforia, poder y límites: Una historia para reflexionar.
Por Claudia Patricia Rodríguez Dorantes
El caso de Jenny Hermoso y Luis Rubiales ha generado un intenso debate sobre el consentimiento y el uso del poder en contextos jerárquicos. ¿Hasta qué punto la ausencia de un rechazo explícito puede interpretarse como consentimiento? Estas preguntas han despertado diversas posturas y merecen un análisis profundo.
Recientemente se dictó una sentencia resolutiva en este caso, lo que ha intensificado las discusiones en el ámbito deportivo y social.
Jenny Hermoso, futbolista de 34 años, es una figura clave de la Selección Española y actualmente juega para Tigres de la UANL. Por su parte, Luis Rubiales era el presidente de la Real Federación Española de Fútbol.
El 20 de agosto de 2023, la Selección Española Femenil de Fútbol se coronó campeona del mundo. Durante la ceremonia de premiación, se produjeron diversos acontecimientos que posteriormente generaron un amplio debate público.
Durante la entrega de medallas, los videos muestran a Rubiales acercándose a Hermoso en tres momentos clave:
Rubiales la abraza efusivamente y, en un gesto inesperado, salta sobre ella rodeando parcialmente su cintura con las piernas. Luego, coloca ambas manos sobre la cabeza de Hermoso, sujetándola firmemente, e inmediatamente la besa en la boca. Finalmente, cuando Hermoso se retira, Rubiales le da una palmada en la espalda.
Estos gestos ocurrieron en cuestión de segundos, pero fueron suficientes para desatar una controversia internacional. La situación cobró mayor gravedad debido al contexto: un evento de celebración global y una relación de poder evidente entre un alto directivo y una jugadora.
Cabe destacar que, durante el partido, Rubiales ya había realizado gestos obscenos, como llevarse la mano a los genitales en señal de festejo. Aunque este hecho no forma parte directa de la cronología de los eventos con Hermoso, ha sido señalado en el debate público como un comportamiento cuestionable.
Tras la difusión de los videos y la reacción pública, se sucedieron diversas declaraciones y acciones oficiales:
• 21 de agosto de 2023: El ministro de Cultura y Deporte de España solicita explicaciones a Rubiales. Ese mismo día, él emite una disculpa en la que reconoce que ‘no tuvo cuidado’ en su actuar.
• 22 de agosto de 2023: El presidente en funciones, Pedro Sánchez, califica las disculpas como insuficientes y exige la dimisión de Rubiales.
• 23 de agosto de 2023: Jenny Hermoso solicita medidas ejemplares contra la conducta de Rubiales.
• 24 de agosto de 2023: La FIFA abre un expediente disciplinario contra Rubiales.
• 25 de agosto de 2023: Rubiales se niega a renunciar, argumentando que el beso fue “espontáneo, mutuo, eufórico y consentido”. También descalifica las críticas y acusa al “falso feminismo” de ser una “lacra” en España.
• 10 de septiembre de 2023: Finalmente, Rubiales presenta su dimisión como presidente de la Federación.
A raíz de estos acontecimientos, han surgido diversas discusiones sobre el consentimiento y las dinámicas de poder, en particular cuando factores como la jerarquía y la emoción del momento pueden influir en la percepción de los límites. Siguiendo con esta reflexión, quiero plantear una pregunta para el análisis: ¿qué ocurre cuando no hay un rechazo explícito? ¿Se puede interpretar como consentimiento? Son cuestiones que han generado distintos puntos de vista y sobre las que vale la pena reflexionar. ¿Qué opinan ustedes? Me gustaría conocer sus ideas y continuar la conversación la próxima semana. *NI*