Lo que comenzó con un reclamo para ejercer su derecho de réplica en algún tema que sobre de ella externó y muy en su estilo el presidente Obrador en la mañanera, al paso de las semanas se convirtió en un verdadero fenómeno que le han llevado a la senadora Xóchitl Gálvez a estar a punto de convertirse en la candidata del ahora llamado Fuerza y Corazón por México, antes Frente Amplio por México.
Excelente para la democracia en nuestro país, el que haya quien se pueda convertir en un contrapeso de la también casi candidata presidencial por el partido gobernante, hoy convertido en una verdadera aplanadora, Morena y sus aliados del Verde y del PT, nos referimos claro a Claudia Sheinbaum.
Sin embargo, después de ese esperanzador destape de la hidalguense, es real que, en las últimas semanas en la percepción de la gente, su aceptación en el mejor de los casos ya no ha crecido, sino es que como dicen algunas encuestadoras, se ha desplomado en la preferencia de la gente.
Claro estamos a más de medio año del primer domingo del próximo mes de junio del 2024, día de la jornada electoral más importante para México pues además de presidente de la República habremos de elegir senadores, diputados federales, diputados locales, alcaldes y en algunos estados también gobernadores.
En este marco hoy es interesante buscar las razones del rumbo que ha tomado la ya iniciada precampaña de Xóchitl, al igual que la de Claudia y la de Samuel García por Movimiento Ciudadano. Porque no solamente han sido los imprevistos como la silla que se le movió y le hizo caer al comenzar un evento o la pantalla que se le apagó a la hora del discurso: nos parece que algo mucho más importante le falla a su equipo.
Ciertamente por un lado los partidos que las apoyan PAN, PRI y PRD están inmersos en armar sus cuadros de cara precisamente a esta elección en lo que tiene que ver senadores y diputados. A veces parece que para los dirigentes lo menos importante es encarrilar a su candidata. Ellos, sabiéndose perdedores, con que metan a la gente de sus confianzas en buenos lugares de las listas, lo demás es lo de menos.
Otra de las deficiencias que arrastra Gálvez es que a pesar de que cuando aparece en ese escenario se veía más como genuina representante de la sociedad civil y no de los partidos políticos, incluso ella ha dicho que, a pesar de ser hoy en día senadora por el PAN, no está afiliada ni a este partido ni a ningún otro; y con más razón se podría convertir en representante de esta importante parte de la sociedad que no se identifica con algunas siglas partidistas, pero no ha habido tal.
Es temprano en este proceso, insistimos las campañas formalmente no han comenzado, pero ya es necesario y urgente que se aprieten las tuercas necesarias y estemos en espera de una cerrada campaña presidencial, en donde a pesar de que inevitablemente AMLO le va a cargar todos los kilos, como antes lo hacía el PRI, la gente tenga una opción diferente a Morena y sus aliados.
Porque mientras todo esto ocurre Movimiento Ciudadano parece que vio pasar la tormenta y Dante Delgado, su dueño, está feliz con su joven candidato –que mientras tanto dejó Nuevo León en grave crisis política y hasta de seguridad- de manera tal que, llegado el momento de votar, le va a quitar sufragios a Morena y a la oposición. ¿A quién más? No lo sabemos, pero MC tendrá sus “propios” senadores y diputados federales.
Necesita la dama de Tepa un gran equipo de campaña. Operadores que le armen buenos eventos a lo largo y ancho del país, concurridos y con la asistencia de gente importante de cada lugar. Que le preparen buenos discursos. Hay temas de sobra. Recordamos cuando acompañó en su gira a Caro Viggiano aquí en Tula se comprometió –si llegaba a jefa de la CDMX, su aspiración de entonces- a trabajar para terminar con el agua negra del río Tula.
Buscar los conductos para llegar a la sociedad civil. Aquella que organizó y manifestó su apoyo hace meses al INE en la CDMX y en varias ciudades de México e incluso de USA y Europa. Nos parece que aquí radica la clave. En los millones de mexicanos, jóvenes y adultos, mujeres y hombres, que simplemente no votan.
Porque si las cosas siguen como van, ya podemos ir felicitando a Morena, al presidente, sobre todo, a su corcholata Claudia y a prepararnos para seguir como vamos. Sobre todo, en seguridad y en salud, más otros rubros no menos importantes.
Por hoy es todo, nos leemos en la próxima entrega, pero…En Confianza. *NI*