*Carta a Caro.
Diputada Carolina Viggiano:
Te escribo estas líneas para compartirte mi sentir de lo que hoy ocurre en el Partido Revolucionario Institucional, tema en donde tú eres parte importante.
Antes voy a recordar mi trato contigo. Particularmente cuatro momentos: Como parte de la LVII Legislatura local, a principios del 2000, recuerdo que tú terminabas como diputada y como tal junto con Adriana Durán, compañera tuya de la legislatura que concluía y a la sazón representante del IV Distrito en una tarea que estaba yo a punto de asumir, firmé en una libreta algo así como la entrega-recepción. Era la primera vez que cruzaba palabra contigo –recuerdo bien que estabas embarazada- y tu atenta como siempre, me diste la bienvenida a la Cámara.
Al paso de tiempo eras la secretaria de Planeación en el gobierno de Manuel Ángel Núñez y yo alcalde de Tula. En esa tarea me recibiste en gobierno para ayudarme a gestionar obras para el municipio. Me atendías cuando a tu oficina entró el gobernador a comentarte algún asunto; lo saludé, nos despedimos y después de que te pidió algunos datos, él se retiró y me seguiste atendiendo.
En una tercera ocasión, en agosto del 2010, te invité a Tula –eras diputada federal- para que, junto con Toño Larios, nos acompañaras a la Asociación Adelante a la presentación de dos libros, de dos amigos: uno de Alberto Montoya y otro de don Raciel Vidal “Más penas que gloria” y “La tesis de mi vida”, respectivamente.
Desde siempre me has parecido una política capaz, honesta y siempre echada para adelante. De manera tal que cuando –tal vez a fines del 2021- me dijiste que buscabas ser candidata del PRI para gobernadora, sin pensarlo mi respuesta fue felicitarte y ofrecerte mi modesto apoyo.
Y la cuarta ocasión, ya más reciente cuando buscabas la candidatura. Te recibimos con mucho gusto junto con un grupo de amigos en Tula; pude hacerte una entrevista, después nos echamos un taco en la oficina del periódico, creo que te fuiste satisfecha.
Vino tu formal nominación como candidata, te acompañé a algunos eventos por acá y en una cena con exdiputados en Pachuca. Fue evidente que la estructura del gobierno del estado no aportó; las diferencias con el gobernador eran evidentes a pesar de que en algún momento hubo foto, pero todo se tradujo en nada.
Perdimos la elección. Tan pronto como fue posible te busqué, platicamos por teléfono y me gustó el carácter que mostraste ante la opinión pública por la derrota a pesar de las evidentes deslealtades. Todo lo anterior mientras cumplías con tu encargo en el CEN del PRI.
Ahora ante los desastrosos resultados a nivel nacional –en donde el partido ha perdido todo- y la real o aparente cercanía de Alito con Obrador, no me pareció la mejor decisión que la dirigencia le moviera lo necesario para prorrogar su estadía en el CEN. Siempre he creído que en la vida se viven ciclos y ustedes han cumplido el suyo en esos cargos. Pero bueno ganaron la batalla legal al senador Miguel Osorio, pero los frentes que van dejando abiertos me parece que cada vez pesan más.
Ahora “la purga” en la entidad con la renuncia de los diputados y la estructura estatal del PRI, primero, y después de los alcaldes y munícipes, no puede significar que avanzamos. Ha sido un golpe demoledor para el partido que tú controlas en Hidalgo que es tu estado y cuyas razones que no conozco, no pueden ser de ninguna manera justificables.
Está ya un proceso electoral a la vuelta de la esquina y el PRI en Hidalgo está en la lona. La designación de la nueva dirigencia en la entidad me parece inapropiada. El PRI es de todos, no de un grupo. Si hablamos de democracia y así hacemos las cosas, pues el futuro no parece muy halagüeño. Sin violar los estatutos creo que estructurar una nueva dirigencia era el momento para tratar de curar cicatrices. Pero no fue así.
Estimada Caro:
Reitero mi lealtad al PRI. Te reitero también mi respeto y admiración de siempre a tu persona. No busco posición política alguna, pero sí quiero que quienes hoy dirigen a nuestro partido sumen y no resten voluntades como ahora está pasando.
Siempre he pensado y creído que el PRI es el mejor partido; nos corresponde a sus integrantes y más a nuestros dirigentes demostrarlo. Y como alguien dijo, no somos iguales. Claro que no, nosotros somos mejores porque sabemos conciliar, dialogar, hacer acuerdos. El camino es sinuoso, pero todavía tengo confianza que llegaremos a buen fin.
¡Hasta pronto!
Por hoy es todo. Nos leemos en la próxima entrega, pero…En Confianza.*NI*