De regreso la tos ferina
Recuerdo que de pequeño -hace 60 años tal vez- mi mamá hablaba con mis hermanos mayores y con otras personas de la tos ferina como una enfermedad de la que había que cuidar a los niños. Nunca relacionado con temas médicos, ya de más grande adolescente, joven y adulto, para mí desapareció esa palabra de mi vocabulario pues dejé de escucharla hasta hace algunos meses que parece se volvió “a poner de moda”
La tos ferina o tos convulsiva es una infección bacteriana altamente contagiosa que origina una tos violenta que puede durar semanas o incluso meses. Es causada por una bacteria que se encuentra en la boca, nariz y garganta de una persona infectada. El mal puede comenzar con síntomas similares a los de un resfriado común o a los de una tos seca que progresa hasta llegar a episodios de tos severa.
De acuerdo con los expertos este mal afecta principalmente a los niños y es altamente contagiosa causada por la bacteria bodetella pertussis. También se puede presentar en adolescentes y adultos mayores, se transmite de persona a persona a través de la tos y los estornudos.
De este mal no sólo en México se han reportado incremento de casos. Expertos en salud pública advierten que la enfermedad presenta brotes epidémicos cada tres o cinco años. Para el profesor e investigador Víctor Gómez Bocanegra, la presencia de este mal puede atribuirse a diversos factores, pero el más importante en México es la disminución en la cobertura de vacunación.
El periodo de incubación de la tos ferina suele ser de siete a diez días, con un rango más amplio hasta de 21 días. Si una persona con indicios de tos ferina no recibe el tratamiento puede transmitir el mal desde el inicio de los síntomas hasta tres semanas después.
Las principales complicaciones de la tos ferina se dan más comúnmente entre los bebés y puede incluir infecciones, neumonía, alteraciones del sueño, deshidratación e incluso la muerte. La fase de recuperación puede durar semanas o más. Y los ataques de tos severos pueden regresar si la persona contrae otra enfermedad respiratoria.
A finales del reciente febrero el Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica emitió un aviso sobre el aumento de casos de tos ferina en México el cual llegó casi a 300, aunque solo se confirmaron 19. Es en 2024 cuando se comenzó a notar este brote en México y en otras partes de América como Estados Unidos, Brasil, Perú y Colombia, por lo que se sugirió “reforzar la vigilancia y aumentar la vacunación”.
No olvidar que en marzo del 2021 el presidente López Obrador ofreció un sistema de salud como Dinamarca; cuatro años después hay una doble alerta epidemiológica por un desmesurado aumento de casos de sarampión y tos ferina. Expertos hacen un análisis alarmante de un sistema de salud en crisis por recortes financieros y malas decisiones políticas.
Según la Organización Mundial de la Salud, México tiene hoy una cobertura de vacunación menor que en el 20123 y la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición arrojó que ese año menos de la mitad de los infantes hasta los dos años recibieron un esquema completo de vacunación, contra el 90 por ciento que lo recibieron hace diez años.
El tratamiento de la tos ferina se basa en el uso de antibióticos de primera y segunda línea. Hasta hoy la vacunación sigue siendo la medida más eficaz para prevenir la tos ferina. Las mujeres embarazadas pueden proteger a sus bebés aplicándoles la vacuna Tdap y para reducir el riesgo de contagio, los niños que presenten síntomas no deben asistir a la escuela o reuniones públicas hasta recibir el tratamiento adecuado.
Podemos entonces concluir que el aumento de casos de tos ferina no es único en México, pero que es bien cierto que a ello ha contribuido aquí los bajos niveles de vacunación como consecuencia de las políticas gubernamentales del sexenio anterior y que esperamos en el actual se corrijan a la mayor brevedad posible.
Porque para nadie es un secreto que hoy en día en México y en gran parte de las entidades del país, las deficiencias en materia de salud están a la vista de todas las familias que acuden a instituciones públicas. No hay equipo, tampoco insumos ni personal suficiente.
Las protestas del propio personal así lo han dejado de manifiesto. Sin ir muy lejos en el hospital regional Tula-Tepeji, en el de Cinta Larga, en el IMSS, en el ISSSTE…
Por hoy es todo, nos leemos en la siguiente entrega, pero… En Confianza. *NI*