*Gobernabilidad o no.
A raíz de los bloqueos del pasado miércoles en la capital del estado se ha insistido que se debe aplicar mano dura contra aquellos que en cualquier punto de la entidad puedan poner en riesgo la paz social y se comenzó a manejar el término ingobernabilidad.
En este sentido al paso de los días el gobernador Menchaca se manifestó y precisó que aquí hay “actividad económica, de promoción y de atracción”, ello significa que los empresarios confían en la gobernabilidad de la entidad, pues hay inversión privada que genera empleos, añadió el jurista.
Se ha insistido que el equipo del gobernador no ha estado a la altura que hoy demanda una entidad como la nuestra. Y es el segundo de a bordo Guillermo Olivares quien en función de secretario de Gobierno, es el responsable de la política interior, a quien más se ha señalado como el responsable de momentos críticos como ese colapso que vivió Pachuca el reciente día 19.
Según estas fuentes, en el país se ha experimentado un aumento significativo en la violencia desde mediados del 2008, principalmente debido a la guerra contra el narcotráfico y los conflictos entre cárteles.
Aunque esta cifra ha fluctuado en los años siguientes, México continúa enfrentando desafíos importantes en materia de seguridad pública. Las causas son complejas de esta alta tasa de ilícitos e incluyen factores como el crimen organizado, la corrupción, la impunidad y un deficiente sistema de justicia.
Es claro que ingobernabilidad no es sinónimo de inseguridad, pero son dos conceptos que normalmente marchan de la mano. Es decir, si hay inseguridad en un municipio, estado o país, tendríamos que pensar que hay ingobernabilidad, aunque ésta podría tener un ámbito mayor.
Es decir que podemos entender que hay ingobernabilidad en un municipio cuando una autoridad es incapaz de atender la limpieza, el alumbrado público, vialidades en buenas condiciones, controlar el comercio callejero, respeto pues a lo que tendría que ser el bando de policía y gobierno.
Lo que sucedió en Pachuca cuando los bloqueos, tal vez no quiera decir inseguridad pero sí pudiera ser ingobernabilidad. Y es en este sentido en el que el gobernador Menchaca precisa que si en Hidalgo hubiera tal escenario no se tendría el primer lugar en la generación de empleos durante enero de este 2025. Y aquí no le falta razón al jefe del ejecutivo, porque ningún inversionista en su sano juicio va a apostar en una entidad en crisis.
En el mismo ejemplo del bloqueo, entonces tendríamos que hablar de falta de atención o tacto político del gobierno estatal. Parece que nadie quiso, pudo o intentó sofocar, impedir o cuando menos atenuar lo ocurrido la mañana del miércoles.
Es curioso, pero a una semana de ocurridos los hechos, no ha quedado claro qué fue lo que lo provocó. Y ante este escenario los mismos autores lo pueden volver a hacer, u otros con problemas de otro tipo podrían imitarlos y convertir a la capital de Hidalgo en tierra de nadie.
Efectivamente creemos que no hay ingobernabilidad en Hidalgo, pero ojo el gobernador, sus colaboradores, las autoridades municipales deben redoblar esfuerzos para que la entidad no sume a sus ya conocidas y añejas carencias un problema más, tan grave como los que ya tenemos y todos conocemos.
Por hoy es todo, nos leemos en la próxima entrega, pero…En Confianza. *NI*