*Tailandia: palacios, elefantes y mucho más.
Sexta y última parte.
El regreso
Todo lo que principia termina y hoy es domingo 15 de diciembre del 2024 y es el día en que iniciamos el regreso a nuestra tierra. No vamos en el vuelo EK 373 de Emirates que tomará rumbo a Barcelona a las 20.15 hrs. De forma tal que nos queda todo el día para conocer más de Bangkok.
En el grupo la salida del hotel será a la 4 de la tarde. Hoy sí hubo tiempo de salir a trotar. Son las 6.30 y comienza a amanecer, no he visto cerca del hotel alguna área verde así es que sin mucho pensarlo le damos por la amplia aunque descuidada banqueta de la calle en donde está el hotel.
Sin problema y estamos listos los cinco para desayunar en el hotel del que salimos a las 9.15 e irnos en volt que es la versión de Uber que conocemos en México, nos lleva a la parada 1 del turibús que aquí se llama City Sightseeing Bangkok. Son 16 estaciones que se recorren en 3 horas y media.
Nos damos cuenta de que algunos puntos a visitar ya los recorrimos, pero no deja de ser interesante avanzar lentamente en este enorme vehículo de color rojo y conocer la historia a través del audio en varios idiomas. Nuestro español es el clásico de la Madres Patria, pero bien entendible claro.
Nos bajamos en la parada 9 para tomarnos la foto en el llamado columpio gigante y de aquí caminamos para llegar al rio Chao Phraya, caudaloso, atravesamos sus 50 metros en una embarcación que lo hace lentamente en menos de tres minutos con tal vez 30 pasajeros a bordo. A 5 Boths por persona.
Caminamos un poco y fuimos a buscar la parada 12 de bus turístico, una vez localizada no tarda más de cinco minutos, lo abordamos para bajar nuevamente en la 14 para entrar y conocer un enorme centro comercial. Son siete pisos del Inconsiame. Tal vez un día no basta para recorrerlo en su totalidad. Algunas compras menores y vámonos de regreso al hotel.
Son 15 minutos antes de las 4 y el grupo nos alistamos para salir al aeropuerto. Antes entregamos la propina acordada a Bell de 50 dólares por persona. Casi enseguida salimos ya todo el grupo, en otro autobús pero con el mismo conductor y su ayudante que ha sido bautizado como caramelito.
Son 55 minutos el tiempo para llegar al aeropuerto, instalaciones enormes, aunque ya de tiempo. Un rápido recuento de estas tierras. Aquí se nos dijo que la delincuencia no es problema y por lo que vimos y vivimos estamos de acuerdo. El gentilicio utilizado es el mismo de su idioma: los Tai.
El viaje será en el vuelo EK 373 de Emirates, muy puntuales abordamos a las 19.45, es la noche del domingo 15, levantamos vuelo unos minutos antes de las 8 para llegar a Dubái como primera escala 6 horas y cuarto después. La estadía en este bello y enorme aeropuerto es de dos horas, nos tardamos 30 minutos para llegar al punto de abordaje, dos veces al elevador y una vez al tren. Es grandísimo.
En la misma línea área nos aprestamos para volar a España. Llegamos a Barcelona después de siete horas de viaje. Aquí la espera fue mínima y ahora es el vuelo EK 255, abordamos a las 3 de la mañana hora local y media hora después el pájaro de acero levanta vuelo para un muy largo viaje de más de 12 horas pero al filo de las 3.30 de la tarde del lunes 16 estamos llegando con bien al aeropuerto de la Ciudad de México.
Sí, justo a tiempo para la primera posada, nos recuerda doña Gris. Claudia Patricia y Laura Angélica se embarcan de inmediato en Uber para sus respectivos domicilios en la capital del país; con Pepe y Gris esperamos un rato a que lleguen por nosotros y en dos horas ¡ya estamos en Tula! a las 7.45 de la noche y gracias a Dios que nos dio la oportunidad de viajar tan lejos con mi familia y estar ya todos en casa. Fin.