Tailandia: palacios, elefantes y mucho más.
*A los templos y al palacio real.
2a. parte
En Tailandia es ya lunes 9 de diciembre, la jornada comienza con el desayuno en el hotel que está listo a partir de las 6 de la mañana, nosotros bajamos a las 7 porque la cita para iniciar el recorrido es a las 8. Son las 8.15, atraso porque algunos compañeros del tour decidieron no ir y hasta que la guía les busca le informan del hecho.
Nos vamos para llegar en unos 20 minutos al templo Wat Trimitr. Hongkok es una enorme y moderna ciudad que nos recibe con una temperatura agradable, a estas horas estamos a 23 grados y nos comparte Bell que en otros tiempos del año llega hasta a 45 grados.
El Wat Trimitr es un antiguo templo cuyo interior alberga la estatua del Buda de oro macizo con un peso aproximado de 5.5 toneladas y una altura mayor a los tres metros. Se nos indica que los visitantes para acceder al interior del templo debemos quitarnos los zapatos, y a cumplir todo el grupo con la indicación.
Visitamos después otro espacio, éste llamado el Wat Pho. Aquí se trata de un complejo real de templos; uno de ellos alberga al Buda Reclinado, que tiene 46 metros de longitud y dos tumbas o chedis de los reyes que es un inmueble de los más antiguos que se pueden encontrar en esta capital tailandesa.
Son cerca de la una de la tarde y para cerrar nuestro día de visitas llegamos al Gran Palacio o Palacio Real, que es uno de los más bellos ejemplos de las cortes de Siam. Antiguamente solía ser utilizado como residencia de los reyes de este país. En el complejo se pueden admirar varios palacios aprovechados para diferentes ocasiones. Conocimos el palacio de los funerales, el de las recepciones, la sala del trono, la de la coronación y otros.
Todavía fuimos en la misma zona para que la guía nos mostrara la Casa Real y con ello termina la jornada de actividades programada para hoy. Bell nos pregunta quiénes se quedan aquí para caminar y conocer más de Bangkok; a otros nos regresan al hotel y el resto como nosotros cinco nos bajamos en un amplio centro comercial llamado Terminal 21. Es sede de varias tiendas reconocidas, aquí comimos, caminamos y cansados nos regresamos en taxi al hotel a cambio de 120 bhats.
400 kilómetros al norte
Se trata de comenzar la jornada muy temprano y puntuales a las 6 ya estamos en el restaurante del hotel. Es bufet, desayuno ligero porque es muy temprano pero ya listos para salir a las 7 de la mañana en una jornada que, nos advierte la guía, será de muchas horas de carretera y siempre mirando para el norte de este enorme país que es Tailandia.
La primera parada fue agendada una hora y media después en un extraordinario parque arqueológico llamado Ayutthaya. La historia nos dice que aquí fue capital del reino del mismo nombre entre los años 1300 y 1700 aproximadamente. Vemos varios templos en este lugar que después se convierte en el Reino de Siam, tan grande que abarcaba parte de la actual Camboya.
Entendemos que Wat significa templo, aquí vemos el Wat Mahathat para conocer el templo de la cabeza de Buda. Al lado de éste la guía nos muestra un enorme árbol llamado bodhy que tiene entre sus troncos en la parte baja una cara de Buda, la propia Bell nos ofrece tomarnos la foto a ras de piso para que se aprecie mejor.
Nos vamos que la siguiente parada es en otra grande zona arqueológica a donde llegamos alrededor de una hora después. Se trata del Palacio de la Torre Inclinada. Aquí nuestra estadía es de poco menos de una hora.
A las 11.45 de la mañana abordamos el bus para seguir la travesía, el calor no es intenso como en otras épocas del año nos dicen, pero sin duda se siente mucho más que en estos tiempos en Tula. Aquí andamos a estas horas cerca de los 35 grados.
En el viaje vemos carreteras en muy buen estado, de dos y hasta de seis carriles en cada sentido, no olvidar que a diferencia de nuestro país aquí se conduce por la izquierda con el volante del conductor siempre a la derecha.
Continuamos para llegar a Lopburi alrededor de las 12.30 y visitar aquí el templo de los monos. Efectivamente es una población que se ve no es muy grande, bajamos en una zona cerca de las vías del ferrocarril, inusualmente con mucha basura, sobre todo de bolsas vacías de plástico. Parece que recién ha terminado la fiesta del lugar, porque a un lado se aprecian enlonados y el lugar también con mucha basura.
Efectivamente llegamos a una construcción vieja en cuyo alrededor se ven también casa viejas y abandonadas. Afuera y adentro del templo vemos monos chicos y grandes que están en espera que los turistas les aventemos algo para tragar. Hay vigilancia al pendiente de evitar algún problema y quien así lo prefiere se puede tomar la foto junto a nuestros ancestros.
Nos vamos porque la ruta todavía es larga y además la siguiente actividad es la comida. Son las 2 de la tarde y llegamos a un lugar lleno de vegetación, entre ésta nos conducen a una de varias palapas y ya todo listo para comer. Es en forma de bufet y la guía nos aclara que el costo no está incluido en el paquete del viaje.
El precio es de 10 dólares o 300 bahts por persona y la bebida es aparte, sea agua de piña, refresco o cerveza. Parece que la mayoría de los 37 viajeros hemos quedado satisfechos al degustar arroz blanco, fideos secos, pollo frito, carne de cerdo, totopos de arroz que hacen las veces de tortillas, chiles en diferentes formas, pero que al final hacen que sea una comida picosa. Nos ofrecen a manera de postre, plátanos con crema de coco y piña al natural.
Poco después de las 5 de la tarde hay una parada técnica de 30 minutos en gasolinería. Bajamos a estirar un rato los pies y nuestro conductor que es un hombre morenito, delgado y de estatura baja, aprovecha para cargar combustible.
La maniobra del bus dentro de las instalaciones las ejecuta un auxiliar que viene como su acompañante . Es Poom de nombre. Muchacho joven, robusto, alto de tal vez 17 años que en todo el viaje y desde ayer nos auxilia a bajar del volvo, sobre todo a las damas y siempre sonriente nos ofrece agua, dulces, toallitas húmedas.
Vamos por el último tramo que nos lleva más de dos horas para llegar finalmente al hotel Imperial. Su texto reza: “Hotel and Convention Centre en Phitsanulok”. Fueron hoy más de doce horas de viaje y con ganas solo de dormir… continuará