Tailandia: palacios, elefantes y mucho más.
Primera parte
30 horas de la CDMX a Bangkok
Llegó por fin el viernes 6 de diciembre del 2024, la fecha en que los compromisos de la familia se acomodaron para tomarnos algunos días de vacaciones. Decidir el destino surgió a partir de las vivencias que nos compartieron unas argentinas compañeras de viaje de hace poco menos de un año.
De la casa en Los Fresnos salimos 10 minutos antes de las tres de la tarde, la hora acordada era a las 2.30, pero la chamba se le cargó a Pepe en el negocio. Finalmente ya está aquí; también se reporta Jackson a la casa; él es el muchacho conductor. Griselda y yo súper puestos y vámonos todos por la Jorobas-Tula hacia al AICM, vía Circuito Mexiquense.
En los últimos meses hemos notado que el tiempo de traslado se ha hecho más largo por lo pesado del tráfico, pero hoy ya llegamos un poco antes de las dos horas de viaje. En el aeropuerto nos esperan Claudia y Laura. Ya listos los cinco nos acercamos al mostrador de Emirates para documentar las maletas. Resuelto y a tiempo para buscar cerca un lugar apropiado y degustar unas ricas tortas que preparó doña Gris; enseguida checamos a cómo el dólar y lo compramos a 19.90.
Abordamos el vuelo 254 por la sala 24, la salida está prevista a la 19.40 y nuestro primer destino es Barcelona, después de “brincar el charco” en alrededor de nueve horas aterrizamos en España. El viaje sin problema; cenamos y desayunamos ligero a bordo pero sin queja.
En México son las 5.30 de la mañana y aquí ya son las 12.30 del mediodía y a partir de ahora no vamos con este nuevo horario para nosotros. Aunque Pepe nos había dicho que no bajaremos del avión para ir ahora a Dubái, no es así y sí descendemos para pisar tierra de la madre patria aunque sea sólo de su aeropuerto.
Son las 3.20 de la tarde del sábado y levantamos vuelo efectivamente en el mismo avión y en los mismos asientos hacia Dubái. Ya no es el mismo personal pero todos atentos y sin problema las seis horas de viaje comida incluida. Hay nuevo horario y estamos llegando a uno de los siete emiratos árabes a las 12.30 am del domingo 8.
La espera no es muy larga y abordamos en el vuelo 376 de la misma línea Emirate rumbo a Bangkok al filo de las 3.50 de la mañana dominical. Es un enorme avión de dos pisos, el A380 para 400 pasajeros.
Son ahora 13 horas de diferencia el horario con México y entonces estamos ya en nuestro destino en Bangkok en el aeropuerto Suvarnabhumi a la una de la tarde del domingo, con una temperatura de 32 grados. A Migración y enseguida nos espera una dama con una cartulina que dice MegaTravel la operadora contratada por Pepe.
Es Bell nuestra guía para todo el viaje -nos advierte- y vamos conociendo la parte de los 37 pasajeros que serán nuestros compañeros del tour. Entre otros viene don Jorge, viaja él solo, es jubilado del IMSS y es paisano pues viene de Pachuca. También tres damas de la CDMX con dos de las cuales hicimos un viaje hace un año. Nos reconocimos y con afecto el saludo del reencuentro con Rosa y Angelina.
Salimos del aeropuerto y las maletas de todos a una camioneta de carga y nosotros en un bus volvo de color blanco. El traslado es de casi una hora, y de inmediato notamos que la circulación es al revés que en México y el volante de los vehículos está de lado derecho y no del izquierdo como nosotros lo conocemos. Bell aprovecha el traslado para explicarnos varios temas de lo que será nuestro paseo.
Las recomendaciones de rigor que incluye las reglas que debemos respetar en el vestir a la hora de visitar templos. Bangkok es la capital de Tailandia, una ciudad de 11 millones de habitantes de un país de 80. Su moneda es el baht que equivale a 31.56 por cada dólar como lo pudimos comprobar a la hora de cambiar dólares.
Por fin llegamos al hotel Grand Howard después de más de 30 horas de traslado desde la Ciudad de México hasta Bangkok, entre el tiempo de vuelo y la espera en los aeropuertos de Barcelona y Dubái pero ya estamos en la capital de Tailandia.
Ya instalados en el piso 11 no citamos con la familia para vernos en la recepción dentro de hora y media, antes un baño que ya nos urge nos vamos los cinco junto con las tres damas amigas, un conductor a las puertas del hotel nos ofrece el viaje redondo por 500 bahts. Tarda 15 minutos en llegar al mercado nocturno y regresará por nosotros en tres horas; ahora son las seis de la tarde.
De todo tiene el Asiatique the Riverfront, que se localiza justamente al margen del río Chao Phaya . La comida -que es lo que nos urge-, también hay ropa de todas las calidades y precios, souvenirs, el área de alimentos exóticos en donde se nos precisa que se prohíbe tomar fotos. Pedimos un paquete con cinco platillos para compartir. Green curry with chicken, stir fried prawn with chili and salt y grilled river prawns por ejemplo, todo rico y poco picoso. Es hora de regresar al hotel y a dormir después de dos noches de medio dormir y sentado…continuará