*Consejos cotidianos.
Se cuenta que la siguiente es la herencia de un padre a su hijo. Esa versión pueda resultar no real, pero lo que sí es cierto es que en su contenido hay verdades de hoy y tal vez de siempre, de modo que parecen importantes e interesantes.
Aquí el legado:
Recuerda que la felicidad no es una meta, sino un camino que debes disfrutar mientras lo recorres. Encontrar la felicidad nos puede costar mucho y otras veces tal vez menos, pero que interesante disfrutarla. La gente más feliz no es la que necesariamente tiene lo mejor de todo, sino la que disfruta de cada instante de su vida.
Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles. Siempre tener ambiciones, pero que sean viables, para tu edad, sexo, preparación, ambiente en el que nos desenvolvemos, etc.
Los sabios comparten la sabiduría, los necios la desechan. Parece que el realmente sabio siempre buscará compartir sus conocimientos; a diferencia del necio que normalmente los rechazará, pues él o ella “todo lo saben”. Siempre habrá en nuestra vida alguien así.
Nunca envidies, porque la envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento. Aprende a distinguir quiénes son tus amigos y quiénes tus enemigos. Cuando la fortuna te sonríe lo que más abundan son los amigos, pero la pobreza, el fracaso normalmente son huérfanos de amistades. Cuidado.
Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a profesionales y no a amigos. Por ejemplo, si tienes necesidad de confesarte, lo harán frente a un sacerdote y no frente a cualquier persona, así se trate de tu mejor amigo.
Escucha el doble de lo que hablas. Muy cierto, es más valioso escuchar y siempre escuchar, dicen que por eso tenemos dos oídos y una sola boca.
Nunca compres un colchón barato; sólo piensa que nos pasamos la tercera parte de nuestra vida encima de él.
No deseches una buena idea, solamente porque no te gusta de quien viene. Creemos por ejemplo que Obrador terminó con políticas exitosas como las escuelas de tiempo completo o el seguro popular, tan sólo porque venían de un gobierno “neoliberal”. En este tema, el aeropuerto de Texcoco es otro ejemplo.
No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta. Es muy común que a veces contestar a bote pronto nos lleva a arrepentirnos más tarde que temprano; luego entonces salvo contadas excepciones una respuesta bien pensada, bien meditada es mucho más importante que contestar de inmediato.
Cásate con la persona correcta. De esta decisión dependerá el 90 por ciento de tu felicidad o de tu miseria. A veces una solución es el divorcio pero cuando hay hijos le estamos heredando una vida muy complicada a nuestros descendientes.
Observa el amanecer por lo menos una vez al año. Nos parece tan normal –y de hecho lo es- pero por ello a veces perdemos la noción de las cosas bellas que tiene la vida, y apreciar una salida u ocaso del sol, parece que es una de ellas.
Cuando des la mano de saludo o despedida, estréchala con firmeza y mira a tu interlocutor de frente, siempre a los ojos. Evita siempre a las personas negativas, ellas siempre tendrán un problema para solucionar.
Maneja coches que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa. Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena impresión.
Procura no hacer comentarios sobre el mucho o poco peso de una persona. Él o ella ya lo saben y no tienes por qué incomodar. Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche.
Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo. Dicen que el que no vive para servir, no sirve para vivir. Haz lo que creas que sea correcto, sin importar lo que otros piensen.
El legado sigue y sigue, pero por hoy es todo. Nos leemos en la siguiente entrega, pero…En Confianza. *NI*