*Nuevas autoridades.
El próximo 5 de septiembre se inicia un nuevo periodo de gobierno en los 84 municipios de nuestra entidad. Ello en un escenario por completo diferente al de hace cuatro años cuando hablando de partidos políticos en el 2020 el PRI llevaba mano, comenzando incluso por el ejecutivo estatal en donde Omar Fayad gobernaba también bajo los colores del tricolor.
El escenario comenzó a cambiar cuando de 31 municipios priistas, 14 ediles renunciaron a su militancia , animados por el propio Omar, que desde siempre negó “la cruz de su parroquia”, molesto porque para sucederlo en el cargo pudo más la influencia de Carolina Viggiano en el CEN del PRI, para convertirse ella misma en candidata y no Israel Félix como él pretendía.
Para el reciente 2 de junio se veía venir los resultados que finalmente dejaron al tricolor apenas con un municipio ganado. El Arenal seguirá siendo priista, aunque se asegura que fue el mérito no del PRI como partido, sino del alcalde saliente. Que Ranulfo Serrano, operador por muchos años en el equipo de Jorge Rojo, evitó el “zapato” en Hidalgo para el tricolor.
Pero el ya cercano jueves 5 de septiembre se comienza a escribir otra historia para el estado de Hidalgo. Hoy Morena tiene carro completo desde el gobierno federal con Claudia Sheinbaum; la gubernatura ya con Julio Menchaca; para el senado Simey Olvera y Cuauhtémoc Ochoa; las siete diputaciones federales. También ganó Morena los 18 distritos locales y de los 84 municipios, 72 son para la alianza Morena, PT y el Verde. 54 para el primero, 14 para el segundo y cuatro para el tercero.
En este escenario, que es muy parecido al del resto del país, habrá que esperar que el partido de López Obrador responda a las expectativas y sobre todo a las necesidades de los mexicanos y en particular por supuesto de los hidalguenses. AMLO está ya a menos de dos meses de irse para su rancho, desde donde seguirá instruyendo a los suyos del manejo político y de todo los demás en el país.
La interrogante es saber si doña Claudia continuará siendo una dócil ejecutora y acatadora de sus decisiones, o a partir de que asuma la primera magistratura se comenzará a sacudir la figura de su mentor, como en su momento en la historia reciente de México ocurrió con Calles a manos de Cárdenas o de Díaz Ordaz por cuenta de Echeverría.
Claro después del interés por lo que suceda a nivel presidencia de la República, es innegable que al ciudadano común lo que más nos importa es el acontecer en los municipios. En Tula particularmente existe un interés, hasta morboso si de alguna manera le podemos llamar, al nuevo gobierno que va a encabezar Cristhian Martínez, después de una contienda muy complicada en donde siete candidatos se disputaron el derecho a despachar desde la Plaza del Nacionalismo.
Al final de cuentas el ahora exfuncionario del equipo de Menchaca, abogado de profesión y originario y vecino de San Marcos, se impuso a Noé Paredes que como candidato independiente siempre fue el enemigo a vencer y a final de cuentas se registró una diferencia de alrededor de cuatro mil votos. Números que en otras condiciones hubieran sido suficientes para que Paredes junior fuera el ganador.
Ahora -desechada por el tribunal electoral la impugnación del propio Noé- una de las interrogantes es saber si él mismo va a asumir el papel que como regidor le corresponde, o bien cederá el espacio para uno de los suyos de acuerdo con su planilla original.
Si Paredes Meza asume, nadie tiene duda que será una piedra muy grande en el zapato del próximo alcalde, conociendo desde siempre su legítimo reclamo por un Tula mejor y su intención de desterrar cualquier acción u omisión que se pueda entender como corrupción.
Se anticipa que Tula tendrá un Cabildo tal vez sin comparación, pues además del propio Noé podría estar Lado Durán. Tavo Magaña no podrá serlo, porque con todo y que su partido alcanzara ese derecho, él está impedido por haber ocupado ese cargo en la administración saliente.
A Tula nos conviene un alcalde con tamaños para el cargo, Cristhian parece tenerlos y que en esas capacidades pueda conciliar con Noé, porque amistad la tienen –o la tenían cuando menos hasta antes de este proceso- y entender que hoy no por ellos, sino por Tula que los necesita a ambos, pues el rezago, el estado de cosas está a la vista de todos. Con un alcalde en la cárcel y sujeto a proceso y después un relevo del que se esperaban cosas mejores.
Por hoy es todo, nos leemos en la próxima entrega, pero…En Confianza. *NI*