*En primera persona.
Bien presente tengo que hace seis años ante el también esperado triunfo de Obrador, comenté para mis adentros, con la familia y cercanos. “Bueno pues ya ganó. No nos gusta, pero será el presidente de todos los mexicanos y habrá que respetarlo”. Así lo hice y así procuré conducirme; sin embargo, más temprano que tarde comenzaron sus acciones, sus discursos, sus agresiones, que concluí: “este hombre parece que no se ha dado cuenta que ya es un jefe de estado y no el candidato o el líder de un partido político”.
Ya casi se va y las cosas no cambiaron en nada, o tal vez sólo para empeorar. Y bueno se va, pero se queda porque el partido que él creó volvió a ganar las elecciones para muchos de forma no esperada, y aunque dice que se va para su rancho de innombrable nombre, a nadie va a extrañar que una vez más falte a su palabra y se convierta en el poder bajo el trono con su corcholata favorita Claudia Sheinbaum.
Sin duda la primera decepción que me llevé fue al decidir cancelar la construcción del aeropuerto de Texcoco. Dice que fue decisión de la gente, en un cuento que nunca le creí. Se dijo, entre otras cosas, que se tomó esa decisión para quitarles el gran negocio a políticos que ya habían comprado a precios de risa los terrenos adyacentes al proyecto, con intenciones por todos entendidas. Tal vez no estaba equivocado, pero la pregunta es que, si los adquirentes al hacerlo cometieron un delito, a estas alturas por qué nadie está en la cárcel y él ya se va.
Me gustó cuando anunció el combate hasta terminar con el huachicol; su decisión hizo escasear la gasolina, se originó la explosión de Tlahuelilpan, el gobierno compró no sé cuántas pipas. Pero hoy la realidad nos muestra que el robo de combustible está peor que cuando esto ocurrió. Existen verdaderos emporios gracias al huachicol y fincados en la corrupción policial y judicial. Ah y de las pipas quién sabe, lo cierto es que hoy Pemex no está igual de mal, está peor.
Varias veces se ha informado que a diario antes de la mañanera, AMLO sostiene reunión con su gabinete de seguridad, pero los resultados en esta materia están a la vista de todos, muy a pesar de que él y su gente lo nieguen y tratan de maquillar cifras. Es increíble saber que hoy en día una parte del territorio nacional está en manos de la delincuencia. Así, ni más ni menos.
A propósito de la mañanera, sin duda que logró su objetivo de marcar la agenda de cada día entre los mexicanos interesados en el acontecer político, social y económico del país. Y también le sirvió para atacar a quienes manifestaban opiniones diferentes a sus intereses políticos, de su partido claro. Duro contra los periodistas, contra los intelectuales, contra los científicos, insistimos contra todo aquel que tuviera la osadía de contradecir.
El plan de terminar o cuando menos debilitar a través siempre del recorte de recursos y el ya sabido golpeteo mediático, con todas las instituciones que no dependan de él de manera directa. No lo consiguió del todo, pero por momentos veo que su sucesora o gente como Ignacio Mier, buscan ir en la misma línea de minar los organismos autónomos.
Y no puedo estar de acuerdo en la forma en que ha pretendido adueñarse de los poderes legislativo y judicial. Terminar de tajo con uno de los pilares de nuestra democracia, la división de poderes. Y si con los diputados y senadores de oposición actuales no logró plenamente sus aviesos propósitos, habrá que ver ahora con Doña Claudia con más legisladores afines a su gobierno. Y en el poder judicial, la Corte se ha defendido con gallardía, pero qué va a pasar cuando de los once ministros el partido en el gobierno tenga una mayoría afines a ellos. Sin olvidar en este rubro las agresiones contra jueces que se han atrevido a ir en contra de los deseos del mesías. ¡Qué barbaridad!
La lista parece interminable porque hay temas igual de importantes en salud, en educación, en el campo, etc.
Pero ya todo es historia. Claudia Sheinbaum llega al poder con una votación que ni ella misma se imaginó. No son pocos los que han buscado analizar las causas; lo importante es que ya está ahí. Habrá que respetarla porque será ella –por primera vez una mujer- la presidenta de todos los mexicanos. Yo no voté por ella, pero tendrá todo mi respeto como mujer y como presidenta de todos los mexicanos.
Por hoy es todo, nos leemos en la próxima entrega, pero…En Confianza. *NI*