*Nuestra última oportunidad.
Fueron meses, semanas de intenso trabajo político partidista, en donde miles de mexicanos se lanzaron en busca del triunfo para asumir alguno de los más de 20 mil cargos públicos que este domingo 2 de junio estarán en disputa a través de voto de 98 millones de ciudadanos mayores de 18 años y con capacidad legal y formal para hacerlo.
Se ha dicho que será la elección más importante en la vida de un país como el nuestro. Y no solamente lo es por el enorme número de cargos en disputa, sino porque en los resultados se va a escribir la historia del país para los casi 80 años que le restan a este siglo XXI.
Hoy vivimos en una crisis política, social, de salud, educativa, de seguridad y de pérdida de valores, que nos debe preocupar el México que le vamos a dejar a nuestros hijos y nietos. Sin duda lo más importante es acudir a ejercer nuestro derecho. Que sea de verdad una fiesta cívica, porque para algunos puede ser la última si no corregimos el rumbo.
Y es que más allá de filias o fobias del gobierno federal en turno, sí nos preocupa la estrategia, por ejemplo, de terminar o debilitar a instituciones que son parte del andamiaje democrático de México. Pretende, como muestra, volver a manos del gobierno una institución que se ha ido perfeccionado como es el INE antes IFE.
El menospreciar organismos autónomos que por ley su trabajo y decisiones no están en manos del gobierno, pero cuya función es trascendente en un país como el nuestro, nos parece algo muy grave. Caso concreto del Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos. El INAI como sabemos es el organismo encargado de facilitar y garantizar el acceso de las personas a la información pública y protección de los datos personales.
En una reciente propuesta de sus planes se habla de terminar con el ya citado INAI, con la Comisión Federal de Competencia Económica y la Comisión Reguladora de Energía. Antes se habló de terminar con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el Instituto Federal de Telecomunicaciones, el Consejo Nacional de Evaluación de Política de Desarrollo Social, la Comisión Nacional de Hidrocarburos, así como la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación.
Es decir, desaparece o en el mejor de los casos “solo” ajusta su funcionamiento a los deseos del ejecutivo federal. No entendemos la pretensión de dejar en una persona –presidente de la República- el control de organismos que en su momento han servido para conservar los equilibrios necesarios en todo gobierno que se diga democrático.
Ahora, si al tema anterior le agregamos otros rubros como la inseguridad que hoy vivimos en el país, en donde estados como Michoacán, Guerrero, Chiapas, Sinaloa tienen parte de sus territorios ya no al mando de las autoridades en turno, sino de la delincuencia que se ha adueñado de pueblos enteros y de economías como la del aguacate o del limón, pues ¿a dónde vamos ir a dar? Sin olvidar otros rubros como el robo de combustible que vive hoy sus mejores días, Hidalgo incluido, a pesar de las voces oficiales.
En materia de salud no estamos mejor. En Tula por ejemplo nos hemos quedado sin IMSS a raíz de la inundación que padecimos, no por culpa de la naturaleza, sino por la decisión de las altas autoridades de la Ciudad y el Valle de México y no dañar sus centros urbanos. Es decir, “que al perro más flaco se le cargan las pulgas”. La megafarmacia inaugurada en marzo, se sabe que atiende apenas a menos del 5 por ciento de la demanda de medicamentos. ¡Puf! Y que les platicamos de instituciones públicas como el ISSSTE o el propio IMSS.
La lista es larga, pero este domingo estamos ante la posibilidad de no seguir como vamos hasta llegar tristemente a ser como hoy Cuba, Venezuela y Nicaragua en América.
Y es que no debemos hablar de un buen o mal gobierno en la medida que nos regale o no dinero a través de los diferentes programas sociales. Sí queremos que existan, hay miles de mexicanos que los necesitan, pero no politizar los programas sólo para ganar votos. Como claramente desde hace años ocurre y la voz del presidente lo confirmó de manera muy clara hace algunos meses en su mañanera.
El momento para el país es crucial. Hemos tenido la oportunidad de escuchar propuestas para rehacer el camino del México que queremos dejar a nuestros hijos. En el poder legislativo necesitamos opiniones diversas, que como en el judicial nos permita retomar el elemento crucial de todo gobierno: la división de poderes.
No menos importante lo que suceda a nivel municipal en Hidalgo. Analizar los nombres de las mujeres y hombres que buscan ser nuestras autoridades más cercanas. Es necesario ejercer ahora, más que nunca, el derecho a elegir las autoridades que necesitamos. Podría ser nuestra última oportunidad.
Por hoy es todo, nos leemos en la próxima entrega, pero… En Confianza. *NI*