*Más mujeres que hombres en el caso de adultos; más niños que niñas, en la atención pediátrica.
*El Centro lleva 14 años y se dedica a reintegrar a los pacientes a la vida activa sin dolor, principalmente.
Por MARLENE GODÍNEZ PINEDA
A 14 años de haber iniciado operaciones, el Centro de Rehabilitación Integral Regional de Hidalgo, ubicado en Tula de Allende, registra un crecimiento significativo en la atención de pacientes al recibir en promedio a 250 personas por día, tanto con discapacidades permanentes como temporales, dio a conocer en entrevista el director Humberto Baños Elizalde.
Es una población muy grande ya que abarca a municipios de la región, ejemplo de ellos; Tezontepec, Tlahuelilpan, Tepeji, Atotonilco de Tula, Chilcuautla, Nopala, etc., incluso del Estado de México. Dan servicio en problemas de: lenguaje, trastorno por déficit de atención, autismo, pacientes diabéticos con amputaciones, lesiones de miembros inferiores y superiores, traumatismos craneoencefálicos, sordera profunda en niños.
También dan terapia ocupacional en adultos y niños, terapia neurosensorial en cuarto oscuro; estimulación temprana, terapia física y psicológica; así como el área médica. De todos estos servicios el más solicitado es la terapia física, porque atienden lumbalgias, dolores de cadera y rodilla, pero de igual manera la terapia ocupacional porque reciben a pacientes con malestar en hombro o cuello, columna lumbar o dorsales, incluso de cadera.
El tercer servicio más solicitado es la terapia del lenguaje, donde se registra una considerable cantidad de niños. Asimismo, se atiende a menores en terapia ocupacional con problemas de lateralidad, de mano izquierda o derecha o de atención. Y en general se han incrementado los casos de niños con autismo, quienes son mejor atendidos en el servicio neurosensorial para darles un adecuado seguimiento.
A decir del director del CRIR atienden a más mujeres que hombres, pero en cuanto a la población infantil, son más niños, con problemas de lenguaje, motricidad, etc., que niñas. “Las niñas son más activas y en el caso de los adultos, las que tienen mayor valor para acudir una consulta son las mujeres, de todas las edades”, expresó. El CRIR tiene una población de cero a 100 años, atendidos por grupos etarios, por ejemplo, de 0 a 5, de 6 a 9 y así sucesivamente.
El CRIR tiene pacientes muy longevos, de aproximadamente 104 o 105 años; acuden a terapia por dolor articular y desgastes, o por lesiones medulares. Primero los analizan y posteriormente con la terapia se les fortalece, para después integrarlos a su vida diaria; la principal función del Centro. Y en el caso de niños autistas, se le enseña a la familia cómo atenderlos en casa; para que puedan avanzar con las diferentes estrategias.
Arreglos en el inmueble para dar más servicios
El CRIR tiene una capacidad de atención de 200 a 250 pacientes, porque cambiaron algunos lugares del Centro y los modificaron para áreas de terapia; es decir, quitaron oficinas de la administración, para poder recibir a mayor cantidad de personas. Y con un proyecto federal recibieron instrumentación para con ello crecer tanto en áreas como en equipo.
Tienen capacidad de atención de 195 a 250 pacientes que reciben en bloques, según sus molestias, para no saturarse. Comienzan a las 8:15 de la mañana, máximo, y de ahí hasta las 4 de la tarde, de lunes a viernes. Ya tienen planeado ampliar el horario entre semana e incluir la atención sábados e incluso domingos.
El doctor Humberto Baños destacó la labor que realizan los prestatarios de servicio social, porque ayudan mucho a los terapeutas contratados y además implementan estrategias para acelerar y poder atender a toda la población, luego de ser capacitados como terapeutas físicos. Porque no le niegan el servicio a nadie y la espera máxima es de 48 horas. Tienen prioridad por ejemplo los casos de parálisis facial o quienes lleguen con mucho dolor.
El Centro cuenta con dos médicos, además del director que también da consulta; se les diagnostica, se les receta y recomiendan ejercicios para mitigar el dolor, y se les programan sus terapias a no más de una semana de espera. El área de Enfermería se encarga de verificar los signos y de proceder en caso de que el paciente requiera atención médica.
En el Centro si bien a los pacientes se les piden referencias u hoja de envío, en ocasiones omiten esa parte porque es obvio que un paciente llega con una lumbalgia, claudicando o con cojera evidente. La recepcionista está capacitada para detectar las urgencias. Tratan siempre de priorizar las atenciones médicas, para que el paciente mejore, porque es la mejor satisfacción para ellos como doctores.
Son 33 personas, incluido el director, que integran el Centro de Rehabilitación. Son tres personas de intendencia que mantienen todo el inmueble bien limpio siempre. No son suficientes para mantener la higiene en el lugar, pero todos colaboran para que permanezca siempre en las mismas condiciones.
Cuentan con psicólogas que atienden a los pequeñitos con trastorno de déficit de atención, con problemas de familia, desintegraciones, etc. Además de dos terapeutas ocupacionales que se encargan de niños y adultos. Hay tres terapeutas del lenguaje y no más de estimulación temprana. Tienen dos trabajadores de mantenimiento y uno más que es chofer y realiza labores de mantenimiento.
Ese personal de mantenimiento tiene la facilidad de diseñar y reciclar materiales, de tal manera que cuentan gracias ellos con lámparas para las tareas neurosensoriales, carriolas fabricadas con PVC, entre otras herramientas para poder ayudar a los niños a moverse o sostenerse, a tomar su terapia de manera adecuada. Hay tres terapeutas físicos que se apoyan con pasantes y también se hacen cargo de la hidroterapia.
El área de neurosensorial tiene a su terapeuta; el espacio es cerrado, tiene colchonetas, camas de burbujas, borboteadores para estimular a los niños en cuanto a la concentración, el estado de alerta, la sensibilidad, olores, todos los sentidos, porque ahí los van estimulando. Además del área médica tienen el de trabajo social con dos personas que se acercan al paciente, hacen sensibilización y visitas domiciliarias.
Servicios generales se encarga de acercarles todos los recursos materiales y el área de servicios de transporte, con seis unidades diseñadas para el transporte de pacientes con silla de ruedas. Cada una de ellas debería tener a su propio operador, pero sólo cuentan con tres, de tal manera que cada uno de ellos tiene dos unidades a cargo. Se encargan de ir por los pacientes y regresarlos, incluso los transportan a sus citas médicas fuera de Tula. En el área administrativa se cuenta, además del director, con una administradora y una secretaria.
Los niños nunca deben estar solos
En los años que lleva el Centro, solamente en una ocasión le dejaron a un niño más allá de la hora de salida; no reportaron al DIF municipal para no hacer el problema más grande y llegó la madre a quien se le llamó la atención. Por ello no se permite que los niños estén sin algún familiar durante su estancia en el CRIR, expresó el doctor Humberto Baños, quien lleva tres años como director, antes formaba parte de la consulta en el área médica.
Lleva en total 10 años en el CRIR, tiempo en el que ha tenido muchas satisfacciones, sobre todo cuando con una sonrisa los pacientes le agradecen ya no tener dolor. “He visto a pacientes con enfermedades no tan frecuentes que luego las empezamos a analizar, investigar y a veces da tristeza que alguien la padece”, expresó el doctor, quien se ha visto en la disyuntiva entre el médico y la persona, porque deben apoyar a los padres para que tengan la mayor información posible.
La credencialización
El entrevistado dio a conocer sobre las jornadas de credencialización, para personas con discapacidad permanente, ya sea visual, auditiva, motriz, etc.; hasta el momento se han entregado 295 documentos con los que pueden adquirir beneficios. Asimismo, sobre las jornadas para prótesis y órtesis, que son plantillas para pacientes, se realizan mensualmente.
“Si no caminas porque no tienes una pierna, la tienes amputada, pues yo te ayudo para que puedas conseguir tu prótesis, para que te hagas fuerte y puedas integrarte a la vida porque no estarías limitado a nada”, señaló Baños Elizalde para explicar que hay discapacidades permanentes y otras que no son tal, sino limitaciones y éstas a veces se encuentran en nuestra mente.
Recordó que, en las Olimpiadas, los primeros que ganan son las personas que no cuentan con una extremidad. Tienen mentalidad de triunfador, no de perdedores. “Y es lo que tratamos de hacer igual con nuestros pacientes. Hacerlos que sean cada vez más ganadores, que tengan la mentalidad de que pueden hacerlo todo si quieren”.
Lo que a Humberto Baños más le ha impactado es el caso de una niña con la enfermedad de la elastina que afecta la piel. Su piel se estiraba, es decir era muy elástica. Pero además padecía insuficiencia renal y problemas de corazón. Tenía un síndrome congénito. La pequeña acudió durante tres años al Centro, a estimulación temprana; la recuerda siempre sonriente, mejoró un poco, pero no por completó y finalmente murió de un infarto.
Como médico lo conmovió y lo hizo ser más consciente del caso, de integrar más a los pacientes. No quedarse únicamente con lo que es la enfermedad. Necesitan saber cómo es el paciente para poderlo ayudar, porque hay veces que no tienen el recurso para asistir. A veces son más fuertes la costumbre y las tradiciones, que el tratamiento médico, comentó.
Ahora que hay más apertura e información sobre la rehabilitación y las discapacidades, el Centro ha crecido en atención de pacientes. En terapia física al principio se atendían 15 pacientes y ahora solo en esa área llegan a 70. Van con tal velocidad que en unos tres o cuatro años necesitarán ampliar sus instalaciones e incluso ocupar las áreas verdes para ello, porque además de las terapias también es importante que reciban atención psicológica quienes, por ejemplo, pierden alguna extremidad.
Finalmente, el director del CRIR distinguió una discapacidad y una limitación. Porque hay personas que con tener una placa en la cadera o rodilla consideran que tienen discapacidad y no es así, sino que se trata de una limitación a las actividades. Esto debido a que pueden realizar todas las actividades como subir al auto y manejar, caminar, subir escaleras, bailar y más; aunque hay otras que deben ser limitantes. *NI*