*A la llegada del presidente sustituto Mario Francisco Guzmán, el regidor y exalcalde considera justo que hoy la población cuestione el trabajo del Ayuntamiento.
*Ya no se podía permitir un gobierno con vacío político y corrupción desde arriba. La policía, los cobros indebidos, entre otros, denuncias que caracterizaron el gobierno de Manuel Hernández.
*Tula vive hoy un nuevo momento, ofrece.
Con justa razón considera el regidor de Tula Ricardo Baptista González que hoy la gente los cuestiona no solamente por el relevo que se ha dado al titular del ejecutivo, sino el papel propiamente del Cabildo en donde la gente se pregunta por qué permitieron lo que ha ocurrido; qué están haciendo, es la queja, la pregunta.
-Somos nosotros una especie de parlamento en donde hay un ejecutivo. Creo que lo ocurrido es consecuencia de la mayoría con la que llega el ahora exalcalde Manuel Hernández Badillo, que no fue una mayoría responsable, porque aprobaron cosas a ciegas y en eso nos embarra a todos, incluidos los tres que nunca hemos estado de acuerdo y acepto que hoy el Cabildo de Tula estamos en deuda, añade.
Agrega el también exalcalde que esa mayoría irresponsable, que, sin ver, sin leer, sin analizar levantaban la mano solamente para apoyar al presidente y éste se equivocó en muchos de los temas que nos aquejan y se convirtieron no en parte de la solución, sino del problema. Un ejemplo es que se recibieron 31 patrullas, hoy hay seis en servicio y con los problemas de inseguridad que ya sabemos, puntualiza.
Hoy ya asumió el cargo como presidente municipal sustituto Mario Francisco Guzmán Badillo, Baptista González considera que dentro del Cabildo sólo tres han intentado cumplir porque no es cosa del otro mundo. Y lo enumera: Aracely Rivera, Evangelina López y el hoy entrevistado.
Al hacer un recuento recuerda que se han gastado 16 millones de pesos en fiestas cuando las necesidades tan urgentes como la seguridad, los servicios públicos, no hay para una lámpara, no hay para tapar los baches. “Hay un desencanto general de la población con los gobiernos federal, el estatal de Omar Fayad y por supuesto el municipal”, manifiesta.
– ¿No es cuestión política la aprehensión de Badillo?
-No, si recuerdas el mensaje del gobernador Menchaca ahora que vino a Tula, manifestó el respeto absoluto a los poderes y a los órdenes de gobierno y dijo que el que se equivoca, sobre todo en el manejo de recursos públicos, la tiene que enfrentar y ahora lo vemos.
El presidente recibió 60 millones de pesos de recursos extraordinarios y nunca avisó al Cabildo, menos al pueblo, y ejerce esos recursos de manera discrecional, sin aprobarlo en consecuencia, sólo lo manda a la asamblea para readecuar el presupuesto, pero los recursos ya estaban ejercidos, reporta Ricardo.
Se tenía una inercia desde arriba y llegaba hacia abajo, la corrupción de la policía, de la desatención de los servicios públicos, los cobros indebidos y lo más importante: había un vacío político, ingobernabilidad que ya no podíamos permitir, establece.
– ¿Qué le espera a Tula en el año que les resta de gobierno?
-En un año no vamos a resolver lo que se descompuso en tres años y lo que venía de atrás. Pero hoy le damos el respaldo al doctor, no un cheque en blanco, pero tampoco condicionado. Es la oportunidad de cerrar la puerta a la corrupción. Vienen las auditorías y ya veremos, ofreció el alcalde y estamos de acuerdo, dijo Ricardo.
En opinión de nuestro entrevistado se deben mover a todos los directores y con referencia a los 60 millones, Baptista hace notar que el recurso se solventó, aunque el alcalde nunca quiso informar cómo lo había hecho.
Hoy desea que a Manuel le vaya bien, que le respeten sus derechos humanos, que actúe conforme al debido proceso y “nosotros nos tenemos que dedicar a reorientar el presupuesto, hasta lo de las próximas fiestas patrias se tiene que revisar, a Cuisillos ya se le dio la mitad de 2 millones 600 mil pesos; nosotros en breve vamos a presentar una propuesta de fiestas que no vaya más allá de 500, 600 mil pesos”, aclara el entrevistado. (JOGUARO)