*En el caso de la UHP se trata de edificaciones que se hicieron después del fraccionamiento, comenta el representante de los afectados por la inundación de esta colonia.
Por MARLENE GODÍNEZ PINEDA
Algunas personas que viven junto al río Tula, del lado de la Unidad Habitacional Pemex (UHP), y cuyas casas no pertenecen propiamente al fraccionamiento, sino que llegaron a construir en áreas verdes, se mostraron renuentes ante la llegada de Conagua con las empresas subcontratadas para la obra del afluente.
Así lo reconoció el representante de los afectados de la inundación de septiembre del 2021 de la UHP, César Cabrera, quien recordó que Rodolfo Alberto Pérez, cuya casa de sus padres se vino abajo ante la crecida del río en días pasados, en la calle Poniente 14, se negó a que la compañía subcontratada por Conagua trabajara junto a la propiedad.
La idea era que le compactaran junto a la construcción, pero como iba a perder terreno se negó y esto ocurrió hace casi seis meses. César Cabrera comentó que la construcción no forma parte de la colonia y que ahí era un baldío, aunque el hijo de los dueños asegura que tiene documentos, por lo que ahora que lo buscó para obtener ayuda le recomendó reclamarle a la persona que le vendió el terreno.
Ahora esa persona culpa a la compañía que realiza la obra, pero la verdad es que los trabajadores quisieron compactar junto a la construcción y al negarse continuaron en otro lado; vino la crecida del río y la consecuencia ya por todos conocida. César Cabrera mencionó también el caso de otra familia, vecina suya, que de igual manera construyó en un terreno que era baldío e incluso se robaba el agua con una toma clandestina.
Incluso esa familia construyó un local y también se negaron sus integrantes a que por la obra se redujera el terreno, pero después cedieron y la empresa trabaja de ese lado, junto a la escuela primaria Artículo 13 “Madero y Pino Suárez” que colinda igual con el río. La casa de César Cabrera se ubica en la calle Poniente 10 y junto a ella está el camino peatonal junto a la barda del plantel.
Ese camino se cerró por la obra del río, pues con la inundación del 2021 la ribera se redujo y resultaba ya peligroso pasar por ahí. Asegura el ciudadano que están compactando bien y que ahora será más ancho el espacio para caminar e incluso podrían recuperar el área verde que él se empeñó en cuidar para darle otra vista al paso de los peatones.
Su casa no ha sido afectada, aunque reconoce que hay movimientos en ella por la maquinaria, pero en lugar de oponerse a los trabajos lo que hizo fue facilitar un espacio dentro de su propiedad para que la compañía la ocupe como bodega. La idea es apoyar, dijo, para que arreglen el bordo y no sea peligroso para el paso de las personas.
Se refirió al tema de los árboles porque hay personas que están en contra de la tala a causa de la obra, pero en su opinión algunos ejemplares deben ser retirados o por lo menos podados antes de que causen problemas mayores. *NI*