La desnutrición continúa siendo una de las principales problemáticas en el centro del país. Prueba de ello son los datos recientes de la Secretaría de Salud en el estado de Hidalgo, donde se informó que actualmente existen más de 3 mil casos de desnutrición, afectando especialmente a población vulnerable como niños y adultos mayores.
Lo anterior impacta a gran parte de las zonas rurales del estado, tales como Fontezuelas, donde se estima que el 80% de las familias se enfrentan a retos para acceder a la alimentación digna. Debido a esto, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, a través de la asociación Construyendo Esperanzas A.C., fundación mexicana dedicada a mejorar las condiciones de vida de las comunidades marginadas, realizó una donación para brindar seguridad alimentaria.
La entrega consistió en materiales para el desarrollo de 40 huertos familiares y gallineros, contribuyendo con el aseguramiento nutricional y de recursos para 360 personas de la localidad, especialmente para aquellos que viven en situación de pobreza y vulnerabilidad.
Este proyecto, que incluirá la distribución de gallinas de patio, entrega de semillas y plantas, materiales para el cuidado de los huertos y gallineros, y de la impartición de diversos talleres de alimentación saludable y agricultura sostenible, permitirá a las familias acceder a alimentos sanos y a capacitarse para producir sus propios recursos, reduciendo su dependencia de los mercados y mejorando su calidad de vida al disminuir los índices de desnutrición y enfermedades relacionadas con la falta de alimentos en la región.
De acuerdo con Juan Enrique Ángeles, segundo consejero de la Estaca Valle de Mezquital de la Iglesia de Jesucristo, “A través de esta donación queremos impactar de manera significativa y positiva en la salud y bienestar de las familias beneficiadas, no solo para promover la autosustentabilidad, sino también para generar un estilo de vida más sano y sin preocupaciones alimentarias en el día a día”.
“Estamos inmensamente agradecidos por el apoyo de la Iglesia, pues no solo nos brindan los recursos para producir nuestros alimentos, sino que ahora ya no tenemos que desplazarnos largos trayectos para conseguir huevo, verdura o algo que poner en la mesa. Este proyecto representa una nueva esperanza para todos nosotros”, concluyó una de las beneficiarias de la comunidad.
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