Por Miguel Ángeles Arroyo
El Día Internacional de la Mujer se conmemora el 8 de marzo, fue instituido en 1977 por la Organización de las Naciones Unidas para reivindicar la larga lucha de las mujeres por el reconocimiento de las libertades y los derechos que históricamente han sido vulnerados. Ciertamente, hoy hay numerosos instrumentos jurídicos, dependencias gubernamentales y políticas públicas que protegen a las mujeres, fomentan condiciones de igualdad y procuran una vida segura; sin embargo, aún se tiene un camino que recorrer para lograr esta igualdad sustantiva.
Conscientes de esa realidad se necesita trabajar desde los municipios para garantizar a nuestras niñas, amas de casa, trabajadoras espacios dignos, igualitarios, inclusivos y seguros, para atender los casos de violencia de género, ofreciendo una intervención integral, apoyo psicológico, orientación legal y acompañamiento ante las autoridades responsables de prevenir y sancionar estas conductas.
Debemos aprovechar a quienes colaboran en la materia: abogadas, psicólogas y trabajadoras sociales para dar atención inmediata, entrevistando a las afectadas, orientando sobre los servicios que se ofrecen y canalizando a otras instancias externas.
En el Área de Atención Psicológica ofrecer contención emocional, escuchar activamente y desarrollar habilidades de resiliencia para superar la experiencia violenta; terapia para atender ansiedad, depresión y trastornos del sueño; y acompañamiento psicológico durante el trámite de la queja y las denuncias penales ante el ministerio público.
Y en el Área de Atención Jurídica proporcionar orientación legal sobre los procedimientos internos en la Contraloría Municipal y ante instancias legales externas, apoyando en la redacción de narrativas, la presentación de quejas y el seguimiento de los asuntos en trámite.
Para prevenir y atender la violencia de género es muy importante denunciar, pues es la única manera en que la autoridad competente puede conocer los hechos, dictar medidas de protección, iniciar los procedimientos de investigación e implementar las acciones correspondientes de conformidad con la normatividad aplicable.
La Instancia Municipal para el Desarrollo de las Mujeres, el Sistema de Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) y DIF, por la naturaleza de los casos que se atiendan, estas instancias deber tener como labor principal otorgar un espacio de seguridad y confianza, que permita que las personas usuarias se sientan en total libertad y absoluta confidencialidad, evitando su revictimización, con perspectiva de género y estándares en derechos humanos, haciendo todo lo necesario para prevenir mayores afectaciones.
Mientras la realidad es que, a pesar de los incrementos en la inversión pública y personal para procurar mayor protección, la violencia en nuestra cultura es algo estructural, es producto de la inequidad, la exclusión, el individualismo, la competencia, la parcialización del ser humano y la apropiación; es el resultado de las necesidades no resueltas, el modelaje que transmitimos en lo individual y como sociedad, y el nivel de estrés al que estamos expuestos.
Para estar en condiciones de revertir ese impacto y de sentar las bases para generar formas de relación libres de violencia, es fundamental reconocer y asumir la responsabilidad que nos corresponde en su reproducción.
Comprende una acción decidida en la búsqueda de una sociedad más justa que reconozca los derechos humanos y las libertades fundamentales y que promueva una interacción que sea válida para todos.
Lograr la construcción de espacios cada vez más libres de violencia (lugares de trabajo, escuelas, las calles, el hogar) a través de este cambio cultural y de conciencia será el resultado de una acción articulada entre todos, en donde el gobierno, las empresas, las organizaciones de la sociedad civil y los distintos sectores de la población asumamos nuestra responsabilidad sobre las condiciones que hemos construido en conjunto, contribuyendo en concordancia a generar esos espacios equitativos e incluyentes que se requieren para mantener nuestra vigencia como especie en el planeta. *NI*