*En zozobra y sin trabajo vive la ciudadanía por un conflicto entre dos grupos para seguir explotando la cooperativa cementera.
Por Rosa María Ángeles
La disputa legal que existe al interior de Cooperativa La Cruz Azul entre dos grupos, llevó a un nuevo intento por tomar las instalaciones de la planta de Hidalgo, en Tula de Allende, la mañana del lunes 23 de septiembre, cuando cerca de 300 personas irrumpieron en Ciudad Cooperativa, generando un clima de violencia y persecución durante varias horas del día.
Las clases en instituciones educativas cercanas a la zona fueron suspendidas y negocios optaron por no abrir, mientras se calmaba la situación que movilizó a la policía estatal, Guardia Nacional, Ejército mexicano y policía municipal, primero de Tlaxcoapan y Atotonilco de Tula, después llegó Tezontepec de Aldama, Tetepango, Mixquiahuala y Atitalaquia. De Tula de Allende, no había ninguna patrulla rotulada.
Frente al obelisco a los Socios Fundadores se estacionaron los autobuses de pasajeros de color verde, de él descendieron hombres y mujeres con pancartas donde se podía leer la leyenda “exigimos que nos paguen, Federico Sarabia ratero”, cartulinas que después levantaban los trabajadores en el área conocida como la Fuente del Ariel, donde están colocadas las letras “Cruz Azul”.
Los disparos y gritos de confusión provocaron que las personas externas corrieran a resguardarse, algunas tratando de entrar a los domicilios y otros rumbo a los matorrales, señalan testigos; sin pensar lo que sucedería una vez que los trabajadores de la cooperativa y familias repelían la agresión, mientras que otros resguardaban los accesos dos y tres de la fábrica cementera.
Los primeros capturados
Casi una hora después, es decir a las 7 de la mañana, las llamadas de auxilio fueron atendidas por las fuerzas policiales, todas ellas congregadas en la glorieta de Ciudad Cooperativa. Lugareños a bordo de camionetas realizaban rondines por la zona y alrededor de las 7:30 ya se hablaba de los primeros capturados, más tarde un matrimonio era entregado a la estatal, el hombre con bata del nosocomio Hospitales Cruz Azul, presentaba una herida en la pantorrilla derecha, al parecer por proyectil de arma de fuego.
Los ánimos se calentaron cuando la pareja señalaba que fueron contratados para una campaña por un hombre güero calvo y con barba, originando el enojo de los ahí presentes. Otros cinco detenidos llegaron en una camioneta roja, en su mayoría mujeres, tres de ellos hermanos.
Un menor de 13 años fue interceptado junto con seis personas más, venían ensangrentados, en su defensa dijeron que les entregaron una cartulina porque vendrían a protestar para que pagaran un dinero, por ello les darían 500 pesos.
Con un estruendo que pareció disparo de arma de fuego y lanzamiento de cohetones, quienes se encontraban en el acceso 1 de la fábrica trataban de derribar un dron que sobrevolaba el lugar, pero no hubo éxito. Metros más adelante de la zona de conflicto había un vehículo tipo sedán con golpes en la parte trasera, que pudiera suponer participó en algún choque; éste se encontraba entre los árboles a la orilla del río Tula, exactamente atrás de la institución bancaria.
Tratando de buscar información oficial con los directivos de la empresa cementera de Hidalgo, se conversó con un trabajador del Club Deportivo Social y Cultural Cruz Azul, quien con la cara hinchada y visibles golpes platicó cómo llegaron cerca de 10 sujetos y comenzaron a pegarle, él lo único que hizo fue cerrar las puertas del estadio 10 de Diciembre para proteger a los usuarios que ya se encontraban dentro.
Esa misma persona más tarde también agredió a quien esto escribió y forcejeó para quitarle el equipo con el que documentaba lo que sucedía; la situación no pasó a mayores, pero no deja de ser un acto ruin.
Cuando se pensó que ya estaba todo controlado y comenzaban a dispersarse los cooperativistas, pasó una camioneta Chevrolet color negra con 15 personas, entre hombres y mujeres, con rumbo hacia Bomintzhá; pero al no conocer los caminos hizo que regresaran a la Glorieta de Cruz Azul, siendo detenidos por la policía que los invitó a bajarse del vehículo, el cual tenía placas del Estado de México
La gresca se intensificó en el interrogatorio que les realizaban,” venimos por nuestros hijos”, decían, aun así los elementos policíacos tuvieron que rescatarlos de los golpes que ya les comenzaban a propinar. El vehículo en que viajaban fue vandalizado con un bate.
Después llegaron los peritos
Minutos después de las 11 de la mañana llegaron los peritos para las diligencias correspondientes, mientras que a las 12 del día en la ciudad de Pachuca el secretario de gobierno, Guillermo Olivares Reyna, encabezaba una conferencia de prensa donde mencionaba del arribo de cuatro autobuses y camionetas con cerca de 300 personas armadas con palos y machetes; ciento veinte personas detenidas en los disturbios que iniciaron a las 5:40 de la mañana.
Entre los presuntos responsables, menores de edad entre 13 y 17 años, todos ellos provenientes del Estado de México que venían a una manifestación, campaña o desalojo, trabajo para el cual fueron contratados y recibirían 500 pesos como pago.
De los hechos hay 20 lesionados, ocho de ellos de gravedad, dos por arma de fuego y el resto con fracturas. Así también fueron asegurados un camión con placas de Oaxaca donde se encontraron palos y machetes, una camioneta Cherokee con placas del Estado de México, y se le decomisó a uno de los detenidos un arma de 9 milímetros con cinco cargadores, tres de ellos abastecidos y nueve cartuchos útiles.
La PGJEH inició carpeta de investigación por los delitos de homicidio doloso en grado de tentativa, despojo, amenazas, lesiones y delincuencia organizada.
Después de mediodía Ciudad Cooperativa Cruz Azul regresó a la “normalidad”, las pocas patrullas que quedaban se retiraron y algunos comercios en el mercado abrieron sus puertas, al ser su único sustento. Las familias continuaban al resguardo de la fábrica y se agradeció el apoyo que nuevamente brindaron para proteger su fuente de empleo, por la que mantienen una lucha que se ha recrudecido desde hace cuatro años.
Ojalá que las autoridades de los tres niveles tomen cartas en el asunto y no se escuden diciendo que es un tema de particulares, que si bien es así, está afectando severamente a la ciudadanía aledaña a la planta de Cruz Azul Hidalgo, al vivir en zozobra de en qué momento volverán a llegar personas armadas a irrumpir la poca paz social que aún existe, piden los vecinos. *NI*