*Una movilidad eficiente y segura para todos.
Por Miguel Ángeles Arroyo
La jerarquía de la movilidad es un concepto que prioriza los modos de transporte que promueven equidad, el beneficio social y dañan menos al medio ambiente, el orden debe dar prioridad a personas a pie y en silla de ruedas, especialmente a personas con discapacidad, adultas mayores, infancias y sus cuidadoras; después a ciclistas, seguido de personas usuarias de transporte público, transporte de carga y, al final, el automóvil y motocicletas.
Resguarda, el derecho a moverse por la ciudad y no debe reservarse sólo a las personas que tienen y viajan en un automóvil.
Existen distintas alternativas para que el ciudadano se transporte por la ciudad: entre ellas, transporte público; movilidad activa como el caminar y usar la bicicleta; y el uso de vehículo motorizado.
Una ciudad debe brindar la infraestructura necesaria; para que todos estos modos de movilización puedan llevarse a cabo de manera sostenible, amigable con el medio ambiente, económica, inclusiva y atractiva.
Por ello, desde hace cuatro semanas, la Secretaría de Movilidad y Transporte de Hidalgo (Semot) lanzó la campaña “Movilidad Responsable” que se difunde por los principales medios de comunicación impresos en el Estado, con la finalidad de informar y concientizar a la población, priorizando al peatón.
La importancia de la jerarquía de la movilidad radica en su gran capacidad para mejorar la seguridad vial y reducir la congestión del tráfico.
Además, de mejorar la salud y el bienestar de las personas, al alentarlas a caminar, andar en bicicleta y utilizar el transporte público, se promueve la actividad física.
Sin embargo, de acuerdo con datos del INEGI, en los últimos 25 años la media anual de personas que fallecen o quedan malheridas tras un hecho de tránsito se ha reducido a la mitad. El mejor año para los transeúntes mexicanos hasta ahora ha sido 2020, pues el número de peatones que perdieron la vida en los caminos del país fue tres veces menor que, por ejemplo, en 1997 o 2001, los años más mortales. Aunque en 2021 el número de víctimas peatonales en accidentes de tránsito no alcanzó niveles prepandémicos, sí rebasó significativamente las cifras del año pasado.
Con las aglomeraciones cada vez mayores en 2022 se experimentó un repunte de estas cifras lamentables.
Tomando en cuenta que la movilidad es derecho de todos y todas; evitar estas subidas en la estadística, los peatones se vuelven los usuarios más numerosos y vulnerables de la vía pública.
Por lo que, en esta jerarquía, los peatones, en especial personas con discapacidad y movilidad limitada, se encuentran en la cima de la pirámide, pues son los usuarios más vulnerables y también los más importantes. Las ciudades deben estar diseñadas para satisfacer las necesidades de los peatones, ofreciendo aceras amplias y seguras, cruces seguros, iluminación adecuada y espacios públicos atractivos.
En segundo lugar, se sitúan los ciclistas, que también son usuarios muy importantes, ya que la bicicleta es un medio de transporte muy eficiente. Las ciudades deben tener ciclopistas conectadas, estacionamiento para bicicletas y medidas para fomentar el uso de la bicicleta.
En la parte media de la jerarquía de la movilidad urbana se encuentran los usuarios del transporte público, como los autobuses y taxis. Estos medios de transporte son esenciales para reducir el tráfico y la contaminación en la ciudad. Las ciudades deben tener una buena red de transporte público que conecte los diferentes municipios y que sea asequible y accesible para todos.
En cuarto lugar, se encuentran los vehículos de carga, los cuales ocupan un lugar importante en el transporte de bienes y mercancías. Sin embargo, es fundamental que se consideren cuidadosamente en el contexto de la jerarquía de la movilidad urbana para garantizar que se utilicen de manera eficiente y sostenible.
Por último, en la base de la jerarquía, se encuentran los vehículos privados. Los coches y las motos son los medios de transporte menos eficientes y más contaminantes. Las ciudades deben reducir la dependencia de los vehículos privados, ofreciendo alternativas más eficientes y fomentando la movilidad sostenible.
Por ello, la jerarquía de la movilidad es un principio fundamental que puede mejorar la seguridad vial, reducir la congestión del tráfico, promover la sustentabilidad y mejorar la salud y el bienestar de las personas.
La responsabilidad de los gobiernos para garantizar el libre tránsito a pie por las calles, avenidas y banquetas será: dotar sin excepción de todas las señales de tránsito y contar con una coordinación de movilidad que permita disfrutar de la ciudad, ya sea para jugar o convivir en el espacio público, con buena iluminación; caminar con calma, sin que otros usuarios de la vía los presionen; que los ciclos del semáforo les den tiempos de paso exclusivos; que la privatización del espacio público se sancione de forma severa y expedita, y las emisiones acústicas de los vehículos automotores no sobrepasen los límites tolerables; que el servicio de transporte público sea eficiente y satisfaga las necesidades de movilidad de todos los usuarios.
Esperamos que las autoridades trabajen en políticas públicas de movilidad pensando en la jerarquía de movilidad y seguridad de los peatones y grupos más vulnerables.
Como ciudadanos y planificadores, es nuestra responsabilidad promover y apoyar la jerarquía o pirámide de la movilidad urbana en nuestras comunidades para crear un entorno urbano más seguro, saludable y sostenible para todos. *NI*