*Es Ausencio León de 72 años, hoy estudiante de la carrera de Derecho que a los 30 no sabía leer ni escribir.
*Vendedor en la calle de empanadas y ahora sueña con ser juez penal.
*En entrevista dice que no importa la edad, pero que nos debemos preparar.
Nacido en Tula, de cuna humilde, sin oportunidad de ir a la escuela, así creció, sin saber leer ni escribir y ya con más de 30 años. Era como un niño que no sabe qué hacer, nos dice. Vendedor con sus papás y hermanos de empanadas que ofrecían por las calles de Tula, por el jardín en donde ahora es el llamado teatro al aire libre, ahí pasaba la gente porque estaba la terminal de los autobuses y ahí ofrecían su mercancía.
Es don Ausencio León Pérez nuestro invitado para La Entrevista. Éramos 12 hermanos y no alcanzaba el dinero para que nos mandarán nuestros papás a la escuela. Recuerda con nostalgia que en una ocasión cuando caminaba por Barrio Alto vio tirado un volante y le pregunto a una joven que qué decía ahí y ella le habla de una invitación para que personas adultas aprendieran a leer y escribir.
Sin pensarlo acude al palacio municipal y ahí le informan al tiempo que le dan sus libros de texto y cuadernos; aprende a leer y escribir, se entusiasma y cursa también la secundaria. Después se inscribe en la escuela para estudiar la preparatoria en el Instituto Universitario ENCIP S. C. y en 2017, 2018 decide comenzar la carrera para estudiar la Licenciatura en Derecho.
Nuestro entrevistado hoy tiene 72 años, soltero y gracias a una pensión que recibe del trabajo que por años desempeñó en la termoeléctrica y a la ayuda que le brinda el gobierno federal, puede vivir y pagar sus estudios, porque está convencido que una persona debe educarse, aprender, sin importar su edad.
A mí me gusta la escuela, me gusta estudiar. A muchos les puede sorprender que una persona de 70 años tenga deseos de aprender. Hoy tengo que sacrificarme, pero yo tengo muchas ganas de saber, debo hacer un esfuerzo y trato de ser un ejemplo para que los jóvenes se peguen a su escuela, a su estudio, nos dice.
– ¿Y hoy qué planes tiene?
-Bueno, nos pegó duro la pandemia, pero espero que no nos llegue otro mal para que yo pueda terminar mi carrera. Yo quiero hacer un doctorado, el estudio nunca se termina, las leyes siempre se reforman y nosotros debemos estar actualizados. Yo quisiera ser juez penal.
El próximo abogado agradeció a López Obrador que apoya a mucha gente como él, a la gente de la tercera edad, cosa que nunca había sucedido en los gobiernos anteriores. El PRI ha sido un partido arbitrario, a mi papá y a mí, nos detuvieron injustamente por culpa de una dichosa unión de comerciantes que no nos dejaba trabajar.
No olvida ese incidente tan sólo “porque nuestro pan era de mejor calidad y más barato, las envidias nunca han faltado, nos golpearon muy feo, nos bañaron dos veces con agua fría. Hoy soy una persona estudiada y me doy cuenta de que eso era una estafa, termina diciendo nuestro entrevistado. (JOGUARO)