*Los campos de futbol, así como la cancha de softbol, están en medio de la controversia entre vecinos de la comunidad e integrantes de Utolsan, luego de que el gobierno de Tula anunciara la inversión para sus mejoras.
Por MARLENE GODÍNEZ PINEDA
La unidad deportiva de San Marcos donde se cuenta con un campo de futbol y otro de softbol, además de una cancha de basquetbol, se convirtió en la manzana de la discordia entre vecinos encabezados por la delegación municipal de la comunidad e integrantes de la asociación civil Utolsan (Unidad Tolteca de San Marcos).
Aunque en ambos casos privilegian el uso de las instalaciones para cuestiones deportivas, hay diferencias entre ellos porque la delegación municipal y vecinos aseguran que Javier Laguna Ortiz busca adueñarse de la unidad deportiva, principalmente de un terreno aledaño.
Y esta idea surgió a raíz de la intención del gobierno municipal de invertir entre 1 y 1.5 millones de pesos en las instalaciones, en un proyecto de mejora que incluye el cercado, la iluminación, mejora de gradas y hacer una trotapista como la que existe en la Unidad Deportiva de Tula.
Vecinos junto con el delegado municipal José Ángel Cerón Rodríguez acudieron en días pasados a la presidencia municipal de Tula, donde los recibió el secretario municipal Jhordan Gerardo Lara, ante quien expusieron sus inconformidades relacionadas a la unidad deportiva de San Marcos.
Además del tema de la intervención de Javier Laguna, cuestionan la inseguridad en torno a los campos, las molestias que causan a los vecinos por el estacionamiento y la ingesta de bebidas alcohólicas en las áreas deportivas. Por ello hablaron de integrar un comité independiente de la asociación Utolsan y por ende de Javier Laguna, para reglamentar y regularizar el uso de los espacios.
La historia detrás de los campos deportivos
A raíz de que vecinos se opusieron al arranque de los trabajos de la obra que el gobierno municipal pretende llevar a cabo, integrantes de la Unión Tolteca San Marcos se reunieron el fin de semana anterior para hablar del asunto. Javier Laguna encabezó la reunión, pero fue Humberto Reyes Trejo quien recordó los antecedentes.
Explicó que se creó la asociación civil por la posesión del terreno en los años noventa. El terreno estaba abandonado, se limpió porque era de tierra y piedras, por lo que gracias al esfuerzo de particulares se dejó en condiciones y ya lleva 23 años empastado, porque desde antes del 2000 los alcaldes han apoyado.
A tal grado que hoy cuentan con un campo de futbol empastado, cuyo mantenimiento le cuesta a la asociación; una cancha de basquetbol con sanitarios y un campo de softbol para el cual ya se están cooperando los deportistas para contar también con baños, detalló Humberto Reyes.
Con el cierre de la fábrica de cemento La Tolteca algunos de sus terrenos se quedaron en el limbo, por lo que con apoyo de extrabajadores se logró darle uso como campo deportivo al área que ahora se ubica detrás de la escuela primaria Narciso Mendoza.
Área que ahora se ha extendido a la cancha de basquetbol y al campo de softbol. A los jugadores de cualquiera de las disciplinas se les cobra una cuota para el mantenimiento de los propios espacios.
Los problemas ahora se refieren a la inseguridad porque los espacios están abiertos, no hay restricciones para entrar y ya se dio un hecho con disparos que hizo que la asociación civil decidiera solicitar el apoyo del gobierno de Manuel Hernández Badillo, quien aceptó invertir en las mejoras del lugar.
Cuando terminó la relación entre sindicato y empresa
Javier Laguna, quien dirige la asociación Utolsan, recordó que en 1990 cuando terminó la relación laboral entre sindicato y la empresa no se entregaron los bienes inmuebles, por lo que se nombró entonces, dijo, una asociación “patito” que decía ser dueña de todos.
Se inició un juicio porque la escritura del terreno que ahora ocupa el campo deportivo fue alterada, al aducir que se llamaba La Joya cuando ese correspondía al área donde actualmente se asienta la secundaria Genaro Guzmán Mayer. Entonces se promovió, explicó Javier Laguna, un precepto legal para que él apareciera como dueño.
La contraparte apeló y no procedió, por lo que integrantes de esa primera asociación que encabezaban Emigdio Sánchez Maya y otros más lo demandaron por despojo. Sin embargo, Javier Laguna y el grupo de personas que lo apoyaron consiguieron la escritura verdadera del terreno y se pudo comprobar la posesión legítima del terreno en uso como campo deportivo.
Laguna Ortiz reconoció a quienes en su momento lo apoyaron, entre ellos extrabajadores de La Tolteca y vecinos de San Marcos, para lograr tener la posesión de los terrenos que dijo son de todos quienes integran a la asociación civil que está legalmente constituida.
Se disculpó por no explicar todo esto antes de que surgieran las diferencias con la delegación municipal y vecinos. Aclaró que él no es dueño de los terrenos sino la asociación civil, en el caso del campo de futbol y la cancha de basquetbol; y el campo de softbol, gestionado por Gustavo Pérez, pertenece al gobierno de Tula.
Por último, dijo que no permitirán que un grupo de personas se oponga a las mejoras de las instalaciones, porque son ellos que tienen legalidad en la posesión y cuentan con los documentos para comprobarlo. “Somos legítimos posesionarios del bien inmueble”, expresó. *NI*