¿Y ahora, qué?
Por Magda Olguín
Los nuevos aranceles del 25% impuestos por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a las importaciones de México y Canadá entraron en vigor a las 23:01 del 3 de marzo tiempo del centro de México y a las 00:01 del 4 de marzo en Washington, junto con la duplicación de los aranceles sobre los productos chinos al 20%, iniciando nuevos conflictos comerciales con sus tres principales socios comerciales.
Las medidas arancelarias, que podrían poner en peligro casi 2.2 billones de dólares en comercio bilateral anual de Estados Unidos, entraron en vigor horas después de que Trump declarara que los tres países no habían hecho lo suficiente para detener el flujo del mortal opioide fentanilo y sus precursores químicos hacia Estados Unidos.
Canadá y México, que han disfrutado de una relación comercial prácticamente libre de aranceles con Estados Unidos durante tres décadas, estaban dispuestos a tomar represalias de inmediato contra su aliado de toda la vida.
El comercio internacional es un pilar fundamental para el crecimiento económico de los países, especialmente en economías interdependientes como la de México y Estados Unidos. Dentro de este contexto, los aranceles juegan un papel crucial en la regulación de los flujos comerciales. Un arancel es un impuesto que un país impone a las importaciones de bienes y servicios provenientes del extranjero. Su propósito puede variar desde la protección de la industria local hasta la generación de ingresos fiscales para el gobierno. Sin embargo, cuando un país como Estados Unidos impone nuevos aranceles a productos mexicanos, las repercusiones pueden ser significativas para la economía de nuestro país.
México es uno de los principales socios comerciales de Estados Unidos, exportando una amplia variedad de productos, como automóviles, productos agrícolas y manufacturas electrónicas. La implementación de aranceles por parte de Estados Unidos encarece los productos mexicanos en su mercado, reduciendo su competitividad frente a bienes de otros países que no enfrentan estas barreras comerciales. Como resultado, las empresas mexicanas pueden ver reducidas sus ventas, lo que impacta directamente en su crecimiento y en la generación de empleo.
Por otro lado el aumento de aranceles genera incertidumbre en el entorno económico y afecta la confianza de inversionistas extranjeros que operan en México. Muchas empresas multinacionales han establecido plantas de producción en el país debido a los bajos costos y el acceso preferencial al mercado estadounidense. Sin embargo, con nuevos aranceles, las compañías pueden reconsiderar sus inversiones y trasladar su producción a otros países donde las condiciones comerciales sean más favorables. Esto puede traducirse en una disminución de la inversión extranjera directa, afectando el desarrollo industrial y la generación de empleos en México.
Otro impacto relevante de los aranceles es el posible aumento en los precios de los productos de consumo. Muchas de las exportaciones mexicanas forman parte de cadenas de suministro transnacionales, lo que significa que un aumento en los costos de exportación puede trasladarse a los precios finales de los productos. Esto no solo afecta a los consumidores en Estados Unidos, sino también en México, ya que algunos bienes de exportación también son consumidos en el mercado interno. El encarecimiento de productos esenciales podría provocar presiones inflacionarias y afectar el poder adquisitivo de la población.
Ante la imposición de nuevos aranceles, México podría tomar varias medidas para mitigar sus efectos. Una de ellas es diversificar sus mercados de exportación, reduciendo su dependencia de Estados Unidos y buscando fortalecer relaciones comerciales con otros países y regiones, como la Unión Europea y Asia. Además, México podría fomentar la producción nacional y el consumo interno para compensar las pérdidas en el mercado externo. Asimismo, la implementación de acuerdos bilaterales y la negociación de condiciones más favorables en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) serían estrategias clave para reducir el impacto negativo de los aranceles.
Los aranceles impuestos por Estados Unidos a productos mexicanos pueden tener efectos adversos en la economía de México, afectando las exportaciones, la inversión extranjera, el empleo y los precios de consumo. Ante este panorama, es fundamental que el país implemente estrategias para fortalecer su economía y reducir su vulnerabilidad ante decisiones comerciales externas. La diversificación de mercados, el impulso a la industria nacional y la negociación diplomática son herramientas clave para enfrentar estos desafíos y garantizar un crecimiento económico sostenible en el futuro… La guerra comercias (innecesaria) ha comenzado…
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