*Una vida bordada de determinación.
Por Claudia Patricia Rodríguez Dorantes
Estamos rodeados de mujeres extraordinarias; a veces basta detenernos un momento para reconocerlas. Hoy quiero contarles sobre Gris: Gris nació en 1960, siendo la mayor de seis hermanos, en una época en la que ser la primogénita y mujer implicaba más restricciones que oportunidades. En su familia, estudiar era considerado innecesario para las mujeres, pero con el tiempo, su mamá persuadió a su papá para que pudiera continuar su educación. Así, Gris terminó la secundaria y cursó una carrera comercial, lo que le abrió las puertas a su primer empleo.
Además de las restricciones familiares para estudiar, Gris enfrentó otro obstáculo debido a las limitadas oportunidades médicas de aquel entonces: su grave miopía, no diagnosticada a tiempo, le causó problemas tanto en la escuela como en el trabajo. A los 24 años, se casó y decidió dedicar su energía a la familia, simultáneamente administró una librería y más tarde una tienda de regalos. Fue en esta última donde descubrió su pasión por el bordado. Lo que empezó como un gusto se convirtió en un negocio que, con los años, se ha fortalecido con esfuerzo y mejores equipos. Gris transformó su creatividad en sustento.
A los 45 años, terminó la preparatoria porque consideró que era algo pendiente que quería lograr. A los 64 años, decidió aprender a nadar, algo que siempre había querido hacer pero nunca había priorizado.
Lo que me cautiva de Gris es su capacidad de reinventarse. Su historia no es de resistencia pasiva, sino de acción constante. Sus problemas de visión, las restricciones familiares, las demandas del hogar y su edad nunca son excusas para permanecer inactiva; ha tomado las riendas de su vida y ha construido el destino que ha deseado.
Esta columna no es solo un homenaje a Gris, mi mamá, sino una invitación. Estamos rodeados de mujeres así: madres, hermanas, amigas, colegas. Mujeres que, como Gris, desafían los límites con determinación y creatividad.
Hoy te invito a mirar a tu alrededor, a reconocer esas historias que también merecen ser contadas. Por ejemplo, ¿qué mujeres en tu vida han superado barreras o reinventado su camino? Comparte sus historias conmigo y hagamos visible su impacto. Y si tienes una que quieras compartir, no dudes en escribirme: claurodriguezdor@gmail.com. *NI*