*”La valentía de cambiar de lado la vergüenza”.
Por Claudia Patricia Rodríguez Dorantes
Giséle Pelicot, mujer francesa de 72 años, se ha convertido en un símbolo de valentía y resistencia feminista a nivel mundial. Su caso no solo desnuda la crueldad del abuso, sino que también revela la fuerza transformadora de cambiar de lado la vergüenza.
Durante casi una década, Giséle fue drogada y violada sistemáticamente por su entonces esposo Dominique Pelicot, quien además invitó a varias decenas de desconocidos a participar.
En este caso, no solamente resalta la brutalidad de los hechos, sino la decisión de Giséle de que el juicio fuera público y no como ocurre frecuentemente con los casos de abuso sexual debido al estigma y la humillación que suelen enfrentar las víctimas. “No quiero que la vergüenza sea mía”, declaró Giséle y con esta frase se ha convertido en un ejemplo poderoso de resistencia: denunciar, nombrar a los agresores y enfrentar la violencia con dignidad.
Durante diciembre de 2024, 51 hombres, incluido su exmarido, fueron hallados culpables y condenados a penas de entre tres y 20 años de prisión. Por su parte Giséle, además de ser una directiva retirada de una gran empresa, madre de tres hijos y abuela de siete nietos, ahora ha “desmantelado al monstruo violador”
Ojalá que la historia de Giséle llegue a los rincones donde persiste la violencia, dando fuerza y esperanza a las mujeres que la sufren. Que inspire al resto de las mujeres y hombres a actuar con empatía y a apoyar a quienes han sido violentadas, demostrando que no están solas en su lucha por justicia y dignidad.
Si tú o alguien que conoces está en situación de violencia, no estás sola. Existen organizaciones gubernamentales y especializadas que ofrecen ayuda gratuita. Además, puedes comunicarte al 089 para realizar denuncias anónimas o al 911 en caso de emergencias.
Si quieres compartir tu opinión, puedes escribirme a: claurodriguezdor@gmail.com