*CANADÁ Y EL PETATE DEL MUERTO.
Por José Antonio Trejo Rodríguez.
En un plazo de un año se estará revisando el tratado de libre comercio que tienen México, Estados Unidos y Canadá, mejor conocido como TMEC; el tema ha estado en boca de políticos. Desde hace un par de semanas, el gobernador de Ontario y la gobernadora de Alberta, a quienes ni siquiera conocíamos, exigen que nuestro país sea excluido del TMEC, dicen que por ser trampolín de las inversiones chinas. Y dan cuenta de una solución: imponer aranceles a los productos chinos, similares a los canadienses y estadounidenses.
En el caso de Ontario, las publicaciones noticiosas dan cuenta de que el gobernador adelantará las elecciones, planeadas originalmente para el 2026 y que incluso ha decidido dar cheques a los habitantes, lo que sus adversarios políticos ven como un soborno a los electores. En un primer momento el primer ministro Trudeau desestimó las declaraciones de ambos gobernantes locales, externando su deseo que el TMEC continúe; sin embargo, ante las presiones de diputados de su mismo partido que le pidieron dimitir antes de las elecciones federales de octubre de 2025 y su baja popularidad, recurrió a exenciones fiscales para sus gobernados y a criticar a México, machacando el mismo argumento de sus paisanos gobernadores; rematando que él quiere que siga el TMEC, pero que todo depende de las políticas comerciales de México ante China.
Debemos tener claro que México es una potencia en materia de comercio exterior. De acuerdo con la Organización Mundial de Comercio, en 2023 ocupó el noveno lugar mundial como exportador y el doceavo lugar como importador. México es un exportador más poderoso de lo que es Canadá y actualmente es el principal proveedor de exportaciones a los Estados Unidos, por encima de Canadá.
También hay que saber que el TMEC está vigente hasta el año 2036. Su revisión se celebra a los seis años de su entrada en vigor, es decir en 2026; si los países llegan a un arreglo, entonces su vigencia se extendería otros 16 años a partir de 2026. En el caso de que los países no lleguen a un acuerdo en 2026, entonces tendrán toda una década para tratar de llegar a acuerdos. En el TMEC, Washington incluyó una cláusula de exclusión dirigida a sus socios, por si decidían llegar a acuerdos comerciales con China.
¿A quiénes les vende, México? Hasta septiembre de este año, las exportaciones de México hacia el mundo fueron de 49,625 millones de dólares. A Canadá sumaron 1,455 millones de dólares, cifra que palidece con las exportaciones mexicanas hacia los Estados Unidos: 41,553 millones de dólares. Durante el mismo periodo las exportaciones de México a China sumaron 851 millones de dólares. Estos números dejan en claro que el principal destino de nuestros bienes y servicios son los mercados estadounidenses.
¿A quiénes les compra México? En lo que se refiere a importaciones, hasta septiembre de 2024 México adquirió mercancías del mundo por un valor de 50,204 millones de dólares. Su mayor proveedor son los Estados Unidos con 19,529 millones de dólares; seguido de China con 10,971 millones de dólares; mientras que a Canadá solo se le compraron 827 millones de dólares.
En resumen. A los estadounidenses les vendemos más del doble de lo que les compramos y somos su principal proveedor mundial; a los canadienses les vendemos y les compramos poco; aunque no son desdeñables, son muy pequeñas en comparación con las cifras de nuestro comercio con Estados Unidos.
Los chinos se vuelan la barda: nos compran poco y nos venden mucho. Es una relación muy asimétrica, ello explica que, desde la anterior administración, el secretario de Hacienda declaró la necesidad de revisar la relación comercial y en la actual administración la Secretaría de Economía ha deslizado que prepara un programa para sustituir importaciones chinas.
¿Qué es lo que más vende México? 18 mil millones de dólares de máquinas y aparatos que abarcan desde calderas, reactores nucleares, material eléctrico y en segundo lugar 13,313 millones de dólares en material de transporte, sobre todo vehículos como automóviles. Hace mucho que México dejó de ser meramente un país maquilador; la calidad y la especialización de los procesos productivos ha corrido al parejo de la especialización y la calidad de nuestros trabajadores.
¿Qué es lo que más compra México? 19 mil millones de dólares de máquinas y aparatos y 5,524 millones de dólares de material de transporte.
Debemos tener presente que México cuenta con regímenes aduaneros, que impulsan y fortalecen una relación entre México y los Estados Unidos que va más allá de la comercial, llegando al escenario que los investigadores, Leonardo Torre Cepeda del Banco de México, Joana Chapa Cantú de la UANL y Eva González González también del Banxico, han llamado “sociedad productiva”, en un interesante artículo titulado: “Integración económica México – Estados Unidos y su aprovechamiento regional en México” publicado por el Banco de México en junio del 2020.
En resumen, esta sociedad productiva, permite que los procesos de producción se localicen en uno y otro país, porque así conviene a los productores, garantizando la calidad de los productos.
Imagine el lector que Trump quisiera llevar toda la cadena de producción a su país, algo así les costaría mucho dinero a las empresas y además les llevaría mucho tiempo, incluso toda la administración de Trump y más allá. A todo ello habrá que añadir que escaseará su producción y por lo tanto la presencia de estos en los mercados estadounidenses, encareciendo además sus productos.
Con estos datos, queda claro que los canadienses quieren espantarnos con el petate del muerto, utilizando la gastada fórmula de declaraciones que en el pasado le funcionó a Trump. Solo que, a la luz de las cifras, no están para amenazarnos.
Si nuestros socios canadienses quieren que, en el marco de la revisión del TMEC, México homologue sus barreras arancelarias ante las exportaciones chinas, tendrá que ser a cambio de una mayor integración económica que nos lleve a un estadio más avanzado en la propia relación. Con compromisos políticos y plazos que nos conduzcan a un mercado común norteamericano, con la complejidad y los beneficios que ello conlleva.
Nuestros negociadores mexicanos deben tener en cuenta las sabias palabras del gran Cornelio Reyna: “No se les olvide, que todo en la vida, tiene su movida, si hay buen movedor”. *NI*