*Por lo tanto no es negocio, pero para J. Félix Bautista es cuestión de orgullo producirlo.
Por Rosa María Ángeles
Sembrar el maíz criollo es más por orgullo de hacerlo que por negocio, pues no tiene el valor que debería tener, menciona J. Félix Bautista Cruz, productor de la semilla desde hace más de 50 años y quien presentó la gran variedad de cultivo durante su participación en el Festival del Maíz.
Oriundo de la comunidad de Presas, Tezontepec de Aldama, el entrevistado habló del nulo interés por producir el maíz nativo en sus distintas variedades, al ser más redituable el híbrido, “hasta la misma sociedad lo prefiere consumir”, mientras que el criollo necesita de mayores cuidados como fertilizantes naturales y nada de insecticida para seguir conservando sus valores nutritivos.
J. Félix Bautista recuerda que desde que tiene fuerzas para trabajar en el campo se dedica al cultivo del maíz, los primeros dos años lo hizo con especie híbrido pero se intoxico y decidió trabajar el chalqueño. En su comunidad son tres los campesinos que están dentro del proyecto para la conservación de la semilla nativa, al igual que de otros estados como el maíz tunicado, que se está aclimatando.
Son 16 tipos de maíz lo que siembra, entre ellos el chalqueño grande, maíz rosa, maíz negro, azul, maíz chimicuil, entre otros; aunque no recibe el pago que realmente vale, porque los consumidores quieren pagar en 20 pesos el cuartillo cuando realmente no vale eso, por ello los campesinos se van más por el híbrido al generar hasta 10 toneladas por hectárea, mientras que el grano de maíces nativos solo son cuatro toneladas.
Por último dijo es importante el apoyo de las distintas autoridades para rescatar el maíz nativo por que es una maravilla tanto en elote, pinole, o tortilla. *NI*