Rejillas ruidosas, mal diseñadas y sin terminar
En un verdadero calvario para los habitantes del centro de Tula se han convertido los trabajos de ampliación del drenaje en esta zona. Por ejemplo en el tema de las rejillas para captar las aguas pluviales adolecen de tres elementos, todos ellos igual de importantes. Fueron mal colocadas lo que hace que al paso de los carros originen un gran ruido, unas más que otras, pero sólo escuchen la cercana al tianguis en la calle 5 de Mayo.
Los accidentes ocurridos nos indican rejillas mal diseñadas en donde apenas a algunas semanas de colocadas han metido el pie dos personas e igual número de ciclistas cuya llanta cae a los amplios espacios, con el riesgo que todo esto significa. Y la tercera, parece que a la empresa se le olvidó terminar el trabajo pues los días pasan y sobre la misma calle han dejado se ve el montón de tierra para evitar la caída de un vehículo a la boca de tormenta descubierta.
Ojalá que las nuevas autoridades locales no salgan con el argumento de que no es culpa de ellos porque es una obra estatal. Debe quedar muy claro que independientemente de quien ejecute los trabajos, éstos se realizan dentro del municipio y en el peor de los casos la empresa deberá recabar la firma del municipio para validar lo realizado.
Eterno el trabajo; el tráfico un caos
Desde hace varias semanas se cerró el paso vehicular en la calle Leandro Valle, entre la escuela Venustiano Carranza y el puente Zaragoza, para continuar los trabajos de ampliación del drenaje en el centro de Tula. Los días pasan, las actividades ya se reiniciaron en el centro educativo y el paso sigue cerrado. Las actividades se ven semi paralizadas, al parecer por falta de pago. El caso es que por ejemplo el lunes al mediodía apenas había dos trabajadores; uno sentado en una maquinaria consultando su celular, y apenas otro excavando y que se alcanza a ver en la foto que acompaña esta nota.