*Nuevos retos, nuevas oportunidades.
El 26 de agosto las niñas, niños y adolescentes en México iniciaron el Ciclo Escolar 2024 – 2025. Al ejercer su derecho a la educación, como Derecho Llave, abren la puerta para gozar de otros derechos relacionados que les pertenecen.
El derecho a la educación es un derecho social y colectivo el cual se entiende como una prerrogativa que tiene todo ser humano a recibir la formación, la instrucción, dirección o enseñanza necesarias para el desarrollo armónico de todas sus capacidades cognoscitivas, intelectuales, físicas y humanas; se trata de un elemento principal en la formación de la personalidad de cada individuo, como parte integrante y elemental de la sociedad.
Dicha prerrogativa está contenida en el artículo 3o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos: Toda persona tiene derecho a recibir educación gratuita, laica, nacional, acorde al progreso científico, de calidad, contribuirá la convivencia humana, etc.; así como en los artículos 13.1 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el 13.1 del Protocolo Adicional a la Convención Americana sobre Derechos Humanos en materia de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el artículo 26.1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos; y XII de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.
De estos ordenamientos se desprende que la efectividad de este derecho se obtiene mediante el cumplimiento de una diversidad de obligaciones que están a cargo de una multiplicidad de sujetos, tales como la capacitación de las personas para participar en una sociedad libre, que debe impartirse por las instituciones o el Estado de forma gratuita y ajena a toda discriminación, en cumplimiento a las características de disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y adaptabilidad.
Todas estas obligaciones estructuradas de manera armónica, a partir de las obligaciones generales de promoción, protección, respeto y garantía que establece el artículo 1o. de la Constitución.
Abordar las necesidades educativas de los estudiantes no es tarea sencilla, pero es alcanzable con el enfoque adecuado. Es esencial identificar los retos específicos, priorizar las necesidades en cada contexto y trabajar en colaboración entre sociedad y gobierno para que los discursos se traduzcan en acciones concretas y no en promesas vacías.
El nuevo escenario poselectoral trae consigo cambios en las figuras educativas que estarán al frente. A nivel nacional, con la llegada de Mario Delgado a la SEP y en la mayoría de los Municipios de Hidalgo la llegada del magisterio a cargos de dirección municipal a través de la coalición con Nueva Alianza. Por lo tanto, queda la esperanza de que la educación pueda convertirse en un tema prioritario y no sea relegada, como es costumbre, a un lugar secundario.
Sin duda alguna, el perfil de los liderazgos es fundamental para impulsar la mejora en todos los aspectos y también en el ámbito educativo. Se necesitan personas comprometidas, con voluntad política, capaces de vincularse y dialogar con los distintos agentes, y con una alta vocación y compromiso con el derecho a aprender.
No obstante, la educación enfrenta desafíos persistentes que se mantendrán cuando el nuevo ciclo escolar comience. A continuación, destaco dos de estos desafíos que deben ser atendidos con especial atención.
Una necesidad sentida en el sistema educativo es la infraestructura escolar, ya que es un elemento indispensable para la conformación de comunidades de aprendizaje.
Mejorar esta infraestructura del entorno es fundamental. En ese sentido, se requiere que la inversión priorice los accesos a escuelas, la seguridad y la vialidad.
Otro reto recurrente cada ciclo escolar es la valorización de los docentes. Es claro que se requiere fortalecer la formación inicial y continua de los docentes, así como mecanismos transparentes, imparciales y efectivos para el ingreso, la promoción y el reconocimiento.
Este nuevo ciclo escolar abre la posibilidad para que los nuevos tomadores de decisiones, ya sea federal o municipal se involucren más así como la academia, el sector privado y social, permitirá construir y articular esfuerzos conjuntos que transformen y fortalezcan las comunidades escolares.
El inicio del ciclo escolar 2024-2025 nos brinda una valiosa oportunidad para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades de mejora. Este ciclo no debe ser simplemente una continuación del pasado, sino un punto de inflexión hacia una educación que realmente priorice el derecho a aprender. *NI*