*Se buscan líderes.
Por Magda Olguín
En los últimos años en Tula se ha perdido totalmente el rumbo de lo que una administración pública debiera ser, y es que querido lector basta con mirar alrededor nuestro para percatarse que de verdad en nuestra querida ciudad Tolteca hace falta un golpe de timón para tratar de recomponer un poco todo lo que se nos fue después aquella inundación…
¿Qué nos hace falta? ¿Quién o qué podrá ser lo que hace falta para nuevamente retomar el rumbo y encaminar los pasos de un próximo gobierno hacia el éxito con los ciudadanos y las necesidades que existen en Tula?
En mi muy personal punto de vista lo que nos hace falta es un buen liderazgo al frente la administración municipal, alguien que contagie de entusiasmo a sus mismos colaboradores, pero sobre todo a cumplir con el papel que les toca desempeñar de manera honrada y acorde a las necesidades del municipio
Pero ¿qué es un líder? Un líder es una persona que guía, influye o dirige a un grupo de individuos hacia el logro de objetivos comunes. Un líder no solo coordina y organiza, sino que también inspira, motiva y ayuda a otros a alcanzar su máximo potencial. Las características de un líder pueden incluir la capacidad de tomar decisiones, comunicarse eficazmente, mostrar empatía, tener una visión clara y ser capaz de adaptarse a diferentes situaciones.
Hay diferentes tipos de liderazgo, que pueden variar desde un estilo autoritario hasta uno más colaborativo o participativo. El liderazgo efectivo generalmente se asocia con la capacidad de fomentar un entorno de confianza y respeto, donde los miembros del equipo se sienten valorados y motivados a contribuir al éxito colectivo.
Es verdad, hay personas que nacen con una especie de “don” que les permite tener, con mayor facilidad, una injerencia en la vida de las demás personas, en la cotidianidad del trabajo y de la vida, es muy fácil identificar a alguien con ese estilo, sin embargo la mayoría de los expertos hoy en día adoptan un enfoque equilibrado, sugiriendo que el liderazgo es el resultado tanto de cualidades innatas como de desarrollo personal. Es decir, si bien algunas personas pueden tener una predisposición natural al liderazgo, las habilidades de liderazgo se pueden aprender y mejorar con el tiempo.
El entorno, las experiencias, la educación y la práctica juegan un papel crucial en la formación de un líder. Alguien con menos habilidades innatas puede llegar a ser un líder efectivo si se compromete a aprender y crecer en esas áreas. Por otro lado, alguien con características innatas de liderazgo puede no alcanzar su potencial si no se esfuerza en desarrollarlas.
El liderazgo de un presidente municipal es crucial para el desarrollo y el bienestar de una comunidad local. Un presidente municipal debe ejercer un liderazgo que combine una visión estratégica con la capacidad de gestionar los recursos y las necesidades de la comunidad de manera efectiva.
El presidente municipal debe tener una visión clara del desarrollo a largo plazo del municipio, con objetivos específicos que respondan a las necesidades de la comunidad y ser capaz de elaborar planes estratégicos que incluyan proyectos de infraestructura, seguridad, salud, educación y desarrollo económico, asegurándose de que estos planes se ejecuten de manera efectiva.
Es fundamental que gestione los recursos públicos de manera transparente, con procesos claros y accesibles para la ciudadanía. Debe estar dispuesto a rendir cuentas a la comunidad, demostrando cómo se están utilizando los recursos y qué resultados se están logrando.
Un buen líder municipal tiene que estar en constante comunicación con los ciudadanos, escuchando sus necesidades, preocupaciones y sugerencias, en este sentido,fomentar la participación ciudadana en la toma de decisiones, incluyendo a diversos grupos y sectores en los procesos de planificación y desarrollo.
Gestionar los recursos municipales de manera eficiente, optimizando el uso del presupuesto y los recursos humanos para maximizar el impacto de las políticas y proyectos es prioritario así como ser proactivo en identificar y resolver problemas locales, como la seguridad, el mantenimiento de infraestructura, y la mejora de servicios públicos.
El presidente municipal debe actuar con ética, integridad y honestidad, siendo un ejemplo para los ciudadanos y los funcionarios municipales, preocuparse por el bienestar social de todos los ciudadanos, prestando especial atención a los grupos más vulnerables.
No puede perderse de vista el adaptarse a cambios en el entorno, ya sean políticos, económicos o sociales, y ser capaz de ajustar las estrategias municipales según sea necesario, buscar constantemente maneras de innovar en la administración municipal, adoptando nuevas tecnologías y prácticas que mejoren la eficiencia y la calidad de los servicios públicos.
Es así como un presidente municipal que ejerce un liderazgo efectivo puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de los ciudadanos, promoviendo un desarrollo sostenible, inclusivo y equitativo.
Esperemos que las próximas administraciones municipales tengamos varios líderes no solo dispuestos a comandar una alcaldía sino a verdaderamente comprometerse con el bien común de sus conciudadanos.
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