*Sufragio efectivo no reelección
Por Magda Olguín
La reciente modificación de los estatutos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) para permitir la reelección ha generado diversas reacciones, incluyendo críticas por parte de miembros del partido y la opinión pública.
Los detractores argumentan que esta medida es un retroceso y que puede conducir a la perpetuación de liderazgos, debilitando así la renovación y la democratización interna del partido.
Por otro lado, los críticos sostienen que esta modificación puede favorecer a la cúpula del partido, impidiendo la aparición de nuevas voces y liderazgos que podrían revitalizar al PRI. Además, se teme que la reelección pueda generar prácticas clientelistas y autoritarias, minando la confianza en el partido y alejando a sus bases y simpatizantes.
Quienes apoyan la medida argumentan que la reelección puede dar continuidad a proyectos y estrategias, permitiendo una gestión más estable y efectiva. No obstante, el debate sigue abierto y la dirigencia del PRI deberá enfrentarse a estos cuestionamientos y demostrar que la medida puede ser beneficiosa para el partido en el largo plazo.
Sin embargo, la reelección perpetúa un modelo que no ha logrado los resultados esperados y, en cambio, puede obstaculizar el surgimiento de nuevas voces y perspectivas dentro del histórico partido. La alternancia en la dirigencia es una herramienta democrática que promueve la transparencia, la rendición de cuentas y la inclusión de todos los sectores del PRI.
Es importante mencionar que además de los estatutos, en esta asamblea del pasado domingo, se aprobaron cambios a su Código de Ética, su Programa de Acción para el periodo 2024-2027 y la Declaración de Principios del priismo.
Lo anterior implica la creación de tres nuevas secretarías: la de Diversidad Sexual, la de Pueblos Indígenas y una más de Innovación Tecnológica. Se redujo el número de integrantes del Consejo Político Nacional y se amplió la posibilidad de endeudamiento.
Alejandro Moreno podrá, además, a partir de este domingo, remover y designar a los coordinadores parlamentarios de las cámaras de Diputados y Senadores y de los congresos estatales.
En varios documentos de distintas partes del país comités, militantes y estructura dieron cuenta de no estar de acuerdo con la medida de reelección, los opositores argumentan que el PRI necesita una renovación profunda y que la reelección de Moreno podría impedir la llegada de nuevos liderazgos y la implementación de ideas frescas que revitalicen al partido.
Por otro lado, críticos señalan que, bajo la dirigencia de Moreno, el PRI ha sufrido derrotas electorales significativas y que es necesario un cambio en la dirección para revertir esta tendencia y recuperar la confianza de los votantes.
Algunos militantes creen que la reelección de Moreno podría percibirse como una falta de democracia interna, argumentando que es crucial permitir que otros miembros del partido tengan la oportunidad de liderar y contribuir con sus visiones y estrategias.
Existe descontento dentro de algunos sectores del partido, quienes sienten que Moreno no ha sido inclusivo en la toma de decisiones y que ha favorecido a ciertos grupos, lo que ha generado divisiones y fracturas internas.
Analistas políticos señalan que la reelección de Moreno podría profundizar las divisiones internas dentro del PRI, debilitando al partido en un momento en que la unidad es crucial para enfrentar a otros partidos en las urnas.
La percepción pública de la reelección de Moreno también es un factor importante. La imagen del PRI ante los votantes está seriamente afectada por la decisión de mantener su liderazgo actual.
La reelección de Alejandro Moreno como presidente del PRI es un tema controvertido, la necesidad de renovación y democratización interna como aspectos cruciales para el futuro del partido debería ser prioridad.
Antes del domingo el futuro del PRI dependía en gran medida de su capacidad para aprender de sus errores, renovarse y adaptarse a un entorno político cambiante. Aunque actualmente enfrenta desafíos significativos, no se podía descartar completamente su potencial de recuperación. La política es dinámica y partidos que en algún momento parecían estar en declive pueden resurgir con nuevas estrategias y liderazgos… hoy el panorama del partido es desolador y no se puede hablar de democracia hacia el exterior cuando no la hay en el interior, el sufragio efectivo no reelección que desde 1932 no se permitía en el tricolor fue derrotado, voces que fueron calladas y una Asamblea a modo dan cuenta de lo anterior… al tiempo…
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