LA EMPERATRIZ QUE CONQUISTÓ MÉXICO.

Por José Antonio Trejo Rodríguez

1978 fue la última ocasión en que una máquina de vapor corrió por los caminos de acero de Tula, se trató de un pequeño tren de excursionistas del Club Amigos del Ferrocarril que, mes tras mes salían de paseo a los rincones de México y en esa ocasión visitaron Tula. El ruido producido por las bielas de la máquina alarmó a las comunidades por las que pasó; el vapor emergiendo con fuerza de aquella caldera y el poderoso silbato que anunciaba su salida del patio de Tula estremeció por igual a hombres, mujeres, niños y hasta mascotas que huían despavoridos a guarecerse, mientras los integrantes del club, ferrocarrileros en activo y jubilados, agitaban sus brazos para decir adiós.

En febrero de 1975 otra soberana, Isabel Segunda de Inglaterra, cruzó por suelo tulense, también a través del camino de fierro construido originalmente en 1880 y concluido su primer tramo de Buenavista a San Antonio Tula el 15 de septiembre de 1881 por el Ferrocarril Central Mexicano, la primer gran compañía transnacional asentada en México, cuyos trenes de carga y de pasajeros corrían de la capital a la Villa de Paso del Norte. La monarca británica viajó de noche hacia Guanajuato, por delante del tren presidencial salió un convoy explorador; ambos trenes cruzaron al filo de la madrugada por el centro de Tula.

Medio siglo después visitó nuestro terruño una Emperatriz, la Empress 2816 que, a unos pocos días de su llegada, ha conquistado el corazón de los mexicanos, convirtiendo en una fiesta su paso por Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, San Luis Potosí, Querétaro y Tula no podía ser la excepción.

A diferencia de su recorrido por el Canadá, su tierra natal, y los Estados Unidos, documentado por las redes sociales; en nuestra nación se hace notar y constar el enorme amor que los mexicanos tenemos hacia las máquinas de vapor y los trenes de pasajeros. Desde que cruzó la frontera por Nuevo Laredo, su viaje hacia la sultana del norte, posteriormente a San Luis Potosí y después a la Ciudad de México, pasando por Tula, el recibimiento de los mexicanos ha sido espontáneo y multitudinario, aclamando con nostalgia y felicidad el paso de la Emperatriz 2816.

La estación del tren en San Pedrito Alpuyeca puede dar testimonio del arribo de unos dos mil tulenses que, desde el mediodía del martes, entusiasmados y felices, acudieron al llamado del silbato de su majestad para aclamar su paso hacia la antigua México Tenochtitlan. Fotos, videos, mensajes, transmisiones en vivo salían de los teléfonos celulares para dar a conocer los pormenores del paso de tan ilustre visitante canadiense hasta crear un trending topic.

Mensajes de familia y amistades apostados en el occidente de Tula daban cuenta del paso de la poderosa Emperatriz 2816 y se alistaban las cámaras para captar el momento. Decenas de tulenses cruzaron las vías para apostarse sobre los furgones y góndolas estacionadas en el andén norte, otros más caminaban a lo largo del camino de fierro para realizar las mejores tomas. Que nadie se cruce por las vías, gritaban las personas, cuando era inminente la llegada del internacional convoy.

“Ya pasó por el boulevard” anunció una voz y la ansiedad crecía hasta que, en pocos minutos se escuchó el silbato de la Emperatriz que entraba lenta y solemne al patio de la estación. Algarabía, júbilo de chicos y grandes, caras felices, admirando el paso de la máquina cuyos conductores vestían al viejo estilo y un camarógrafo grababa a las multitudes desde el interior de la locomotora. Ejecutivos de Canadian Pacific Kansas City se asomaban por los balcones y los ventanales, asombrados del recibimiento que quizá no previeron en sus planes.

La calidez de los mexicanos volcada a recibir a la Emperatriz 2816 que, altiva, digna, soberana, despertó los más bonitos sentimientos en los mexicanos. Que gusto verte en Tula Emperatriz, que gusto saludarte a unos cuantos metros de distancia; que bellos momentos de alegría nos has regalado y que orgullo que conozcas de primera mano el amor que los mexicanos tenemos a los ferrocarriles. Bienvenida seas su majestad; el próximo sábado tendremos la oportunidad de decirte adiós en tu viaje de regreso a Canadá. Mientras tanto siéntete como en tu casa y decírtelo hasta sobra, porque tú lo supiste desde el primer momento en que rodaste sobre rieles mexicanos. NI

Por Nueva Imagen de Hidalgo

Medio de comunicación impreso que nació en 1988 y con el correr de los años se convirtió en un referente en la región de Tula del estado de Hidalgo. Se publica en formato PDF los miércoles y a diario la página web se alimenta con información de política, policíaca, deportes, sociales y toda aquella información de interés para la población.

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