*INFLUENCIA DE DIEGO DE SILOÉ EN LA CATEDRAL DE TULA.
Por José Antonio Trejo Rodríguez.
El templo de la Villa en Montefrío fue construido sobre una fortaleza árabe que data de 1352, de acuerdo con diversos sitios de internet que brindan información sobre esa excepcional construcción ubicada en Granada. La información agrega que dicha fortaleza fue sede de altos mandatarios de Al-Andaluz, entre ellos Yusuf I y Yusuf V. Hay que considerar que en esa época, una parte del territorio de lo que hoy es España, estaba ocupado por pueblos árabes originarios del norte de África.
En ese contexto, al triunfo de los Reyes Católicos en el siglo XVI, se construyó el templo de estilo gótico – renacentista por Diego de Siloé, simbolizando el triunfo del cristianismo. La arquitectura de la Villa guarda varias coincidencias con la catedral de San José de Tula. En el artículo “Diego de Siloé y la iglesia de la Villa de Montefrío” de la autoría de Carmen Eisman Lasaga, establece que dicho templo es ejemplo del estilo renacentista introducido tras el triunfo de los Reyes Católicos.
La Villa se construyó “tipo Reyes Católicos” entre 1543 y 1552 a cargo de Diego Siloé; mientras que, la construcción de la catedral de San José la inició Fray Antonio de San Juan en 1550 y fue concluida en 1585, de acuerdo con el “Catálogo de Construcciones Religiosas del Estado de Hidalgo”. En el artículo “Diego de Siloé, escultor y arquitecto (1488c.-1563) de Francisco Manuel Valiñas López, se establece que desde 1529, Siloé maduró un modelo que se replicó en Jaén, Almería y buena parte de América.
Un buen ejemplo de la influencia de Diego de Siloé en la catedral de San José en Tula, es la bóveda, construida muy similar a la de la Villa de Montefrío. “La nave se cubre con bóveda de crucería sexpartita con terceletes, dividida en cuatro tramos iguales” se puede leer en el artículo de Carmen Eisman Lasaga. Al observar ambas bóvedas, se ven las similitudes; lo mismo ocurre con las fachadas laterales y algunos detalles del interior de ambos inmuebles.Fray Enrique Muñoz Gutiérrez, ministro provincial de San Pedro y San Pablo de Michoacán, pone de relieve la brillantez intelectual de los franciscanos llegados a lo que hoy es México a partir de la segunda generación que cruzó el atlántico reclutados por Fray Antonio de Ciudad Rodrigo, “quinto en el número de los doce” le llamó el fraile Torquemada en Monarquía indiana al no menos brillante integrante de los “Doce apóstoles”. Y es gracias a los franciscanos llegados a Tula que, podemos admirar, hasta nuestros días, una muestra de la genialidad del reconocido e influyente Arquitecto Diego de Siloé y de sus construcciones “tipo Reyes Católicos”. *NI*